Seguimos en los domingos en que Jesús nos explica la doctrina del Reino de Dios con ejemplos, parábolas, hoy la de los dos hijos que les manda el padre ir a trabajar a su viña; le dice a uno:" ve a trabajar a mi viña, el hijo le respondió no, pero luego fue; y al otro le dice lo mismo y le responde el hijo que va , pero no va." ¿ Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Le respondieron: el 1º-
Cuántas veces decimos palabras que deseamos oir, para quedar bien y no se hace nada; otros dicen que no-no se desea oir esta respuesta, pero al final va. Lo interesante es hacer la voluntad de Dios siempre. Debemos aprender de Jesús que siempre fue un "SÍ" a la voluntad del Padre; nosotros siempre andamos jugando con las palabras para quedar bien y luego hacemos lo que nos viene en ganas, o pasamos de todo,... pero al final lo que cuenta es en definitiva hacemos lo que agrada a Dios y somos de palabra. Seamos como el hijo primero que aunque dijo no, luego fue; y, sobre todo, seamos como el hijo JESÚS, QUE SIEMPRE HIZO LA VOLUNTAD DEL PADRE.
A Dios le interesa nuestra respuesta a la propuesta del Padre que por encima está las obras y no las palabras, o voluntades indecisas y negativas, porque a Dios le interesa nuestra fe en CRISTO Y EN HACER LAS OBRAS QUE AGRADAN A Dios Jesús nos dice:" no todo el que dice: Señor, Señor,.... entrará en el Reino de Dios, sino el que hace su voluntad". También nos dice Jesús que " mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen," la transforman en obras. Son nuestras obras las que siendo fruto de la fe y de la ayuda de Dios agradan al Padre. La vida del cristiano se justifica por las obras hechas en gracia de Dios y como demostración de nuestra fe, de una coherencia en nuestra vida, es decir que las obras respondan a la fe, nuestra fe en Cristo, el enviado y en el Padre que lo envió y en el Espíritu Santo que le encarnó en María, Virgen.
No tengamos miedo pues la gracia de Dios nos acompaña siempre para que actuemos conforme a la voluntad de Dios., para esto debemos pensar, orar en nuestra conversión, pensando cómo Jesús se entregó a la muerte de Cruz haciendo la voluntad del Padre para redimirnos y por amor a nosotros para salvarnos y, así movernos a hacer como Jesús, siempre la voluntad de Dios; toda la vida de Jesús es un vivir actualizando la vida de Jesús en nuestro corazón.
Nosotros tenemos la fuerza y la gracia de Dios con nosotros y Jesús mismo es nuestra fuerza, pues cuando participamos en la Eucaristía Jesús con su entrega en la cruz, en la Eucaristía nos da el ejemplo de entrega a esa voluntad divina, que nos puede parecer dificil, pero con la ayuda de Dios es muy fácil. Recibimos-además- el Cuerpo de Cristo como alimento que nos fortalece y la Sangre que nos purifica.. Santa María, Madre de Dios, intercede por nosotros para hacer siempre la voluntad del Padre como Jesús y como tu.
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