lunes, 15 de mayo de 2017

DOMINGO 6º DE PASCUA. 2017. UN DEFENSOR.

En los  dos domingos anteriores Jesús se nos presenta como el Buen Pastor, del Camino, la Verdad y la Vida, hoy-más cerca de su partida- les habla a sus discípulos de"rogará al Padre para que os envie otro Defensor: EL ESPÍRITU SANTO. El Espíritu Santo es el gran don de la Pascua y está presente siempre en toda la vida pascual y de  la vida cristiana, pues el Espíritu Santo será el que nos irá formando en " otros cristos", debemos prestar muchísima atención, adoración y docilidad a la moción del Espíritu de Dios, del espíritu de Verdad, debemos de sentirlo, gozarlo, gustarlo, seguirlo,...
 El Espíritu Santo actúa en nosotros usando sus dones, frutos y su acción nuestro interior; El Espíritu Santo actúa con extrema suavidad en nuestras alamas, pero le prestamos la debida atención, tan necesaria para avanzar en identificación con Cristo, en ser imagen viva de Cristo resucitado. No es que Pentecostés porque esté al final de la Pascua, se define solo en esa fecha, no. La acción y la gracia del Espíritu está presente siempre y en toda acción de la creación, de la redención, y artífice de nuestra santificación.
 Para llegar a Pentecostés, debemos pasar antes por la Ascensión, pero Jesús nos va preparando para esta vivencia  divina del Espíritu de Dios: EL ESPÍRITU SANTO. " Si conociéramos el don de Dios... Ese don de Dios es el Espíritu Santo, El Espíritu de  la verdad y la verdad actual es  amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo, ... y el Espíritu que está en nosotros nos enseñará la VERDAD. Jesús descubre a Felipe que Él es la Verdad., la vida y el camino.
 Todo lo anterior nos da motivo y fundamento de esperanza. Pues las promesas de Jesús no fallan; y nos aseguran que la presencia del Espíritu Santo Dios nos ama y que nosotros podemos también amar a Dios con todo el corazón. Los apóstoles llenos del Espíritu daban explicaciones de las verdades de Dios por esa presencia del Espíritu  Santo, pues ellos no entendía muchas cosas estando con Jesús recorriendo Palestina, pero cuando se llenaron del Espíritu Santo entendieron y explicaron todo lo que Jesús dijo e hizo,...
 Gracias a esa presencia del Espíritu de Jesús en la Iglesia se hace presente el Señor en el pan y en el vino, donde el sacerdote al decir las mismas palabras de Jesús en la Última Cena y hacer los mismos gestos el sacerdote al pronunciar esas palabras consecratorias el Espíritu Santo hace que esas palabras hagan lo que significan: que el pan es el CUERPO DE CRISTO Y EL VINO ES SU SANGRE.  Necesitamos ser dóciles al Espíritu Santo y progresaremos en la vida del espíritu, llegaremos al conocimiento de los cosas de Dios, sin Él, no entendemos nada o casi nada. Prestemos más atención al ESPÍRITU SANTO. Santa María,Madre de Dios, esposa del Espíritu Santo intercede por nosotros.

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