El domingo pasado celebramos la fiesta del Bautismo de Jesús, y era el domingo 1º del tiempo ordinario., por esto hoy celebramos ya la liturgía del segundo domingo de dicho tiempo, que nos ayuda a ir descubriendo la vida de Jesús para que nosotros la vayamos asumiendo; no se trata de recordar lo de otros años anteriores, que ya pasaron y no vuelven, sino para seguir avanzando en un tiempo lineal que sale de nuestro bautismo hasta llegar a la meta: LA VISIÓN CARA A CARA DE DIOS.
La escena evangélica nos presenta el encuentro de JUAN Y JESÚS que se acerca y dice:" ESTE ES EL CORDERO DE DIOS, QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO y también dijo Juan:" Detrás de mi viene uno que existía antes que yo,... pero Aquel que me mandó me dijo:"l sobre quien vieres bajar el Espíritu Santo sobre Él, ESE ES QUIEN BAUTIZARÁ CON ESPÍRITU SANTO Y FUEGO". " Y YO LO HE VISTO Y DOY TESTIMONIO DE QUE ÉL ES EL HIJO DE DIOS".
La misión de dar testimonio no es algo exclusivo de los apóstoles, sino también de Juan el Bautista, enviado por Dios, "para dar, precisamente, testimonio de la luz". El testimonio del Bautista es sobre algo que él ve, pero, sobre todo, por revelación de Dios, como pasó con el caso de Pedro en Cesárea de FELIPE,Cuando Jesús les pregunta a sus discípulos .¿ quién dice la gente que soy yo? Responden que Elías,... o alguno de los profetas... y ¿ vosotros quien decís que soy yo? Responde rápidamente Pedro:" Tú eres el Mesías, el Cristo, el Hijo de Dios" . Jesús le dice: " Dichoso tu Simón... porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso-ningún hombre, sino mi Padre del cielo,.. y yo te digo que tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia... Es Dios PADRE quien revela, descubre, da a conocer la identidad de Jesús. Son dos testimonios de la revelación de Dios sobre Jesús:Juan el Bautista y Pedro. Pues tambien en nuestro tiempo se nos revela quien es Jesús: escuchemos al Señor, a l Evangelio, al Espíritu Santo.
Cuando decimos Cordero de Dios es que es el Cordero que pertenece plenamente al PADRE, SU PADRE ES EL PASTOR DE JESUS., está al amparo de Dios aunque pase desapercibido para los hombres, pero no para el Padre.
Como el cordero de la pascua judia, signo de liberación, que al celebrarla con los suyos, se convierte él mismo en el CORDERO DE DIOS, QUE CON SU SANGRE LIMPIA EL PECADO DEL MUNDO, NOS LIBERA DEL PECADO, NOS ALCANZA LA SALVACIÓN....
No tenemos otro salvador fuera de Cristo Jesús, que es el que está puesto por Dios Padre para ser nuestro salvador., no tenemos otro camino para ir al Padre, ni debemos esperar a otro, pues con la presencia de Cristo entre nosotros ya está la salvación y el SALVADOR entre nosotros y se puede aprovechar todo aquel que crea que JESÚS ES EL HIJO DE DIOS.
Gracias a Cristo y al Espíritu Santo, que nos comunica, que somos consagrados por Cristo por su Espíritu, debemos dejarnos llenar del Espíritu Santo, y serle dóciles para que esa redención se aplique en nosotros por la acción del Espíritu Santo. Prestemos mucha atención al Espíritu Santo que es el va realizando la obra de nuestra identificación con Cristo. ¡VEN, ESPÍRITU SANTO!. Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros para ser dóciles al Espíritu Santo como tú.
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