La solemnidad del corpus Christi nos lleva a considerar la presencia real de Jesús en la Eucaristía; es más real y verdadera la presencia de Jesús en la Eucaristía que nuestra presencia en este mundo, y so que sabemos que estamos realmente presentes en este mundo, pues nuestra presencia se debe en gran medida la existencia de Dios y de su presencia real en las especies sacramentales del pan y del vino consagrados, donde aunque veamos pan, olfateemos pan, gustemos, pan, toquemos pan, sin embargo no es pan ni es vino, sino su Cuerpo y su Sangre que se dió por nosotros en la cruz y, esto nos lo dice Jesús en la última Cena, pues los sentidos fallan, solo hay un sentido que no engaña y que nos dice la verdad y realidad del evento y este sentido es el OÍDO, pues oímos:" tomad y comed porque esto es mi cuerpo ; y tomad y bebed porque esta es mi Sangre y, desde ese momento, el pan deja de ser pan y el vino deja de ser vino y se convierten en el Cuerpo de Cristo y en la Sangre de Cristo. Todo este misterio de amor de Dios Padre, Hijo y Espíritu santo es fidelidad eterna hacia los hombres. Debemos no solo creer, sino fiarnos, confiar en la Palabra de Dios. La Eucaristía es fruto de la cruz y resurrección de Jesús por lo cual nos adquiere la liberación y la salvación para todos los hombres, es acción divina para salvar a la humanidad. Estamos todos incluidos y no se excluye a nadie, pues Jesús se entregó en la cruz por todos los pecados de todos los hombres y mujeres.
La presencia real de Jesús en la Eucaristía es para todos los hombres, no solo para los privilegiados de este mundo, sino también par los que ahora se llaman los excluidos, los desheredados. La presencia de Jesús en la Eucaristía es para ser alimento, fuerza, consuelo de los más débiles, para darnos la vida eterna anticipadamente pues en la Eucaristía al recibir a Cristo-HIJO DE DIOS- estamos recibiendo la inmortalidad a la que nos asoció Jesús con su muerte y resurrección. Jesús está en la Eucaristía para todos:ricos y pobres, listos y menos listos, guapos o feos,...El se da y se queda para todos los que estén bien dispuestos en su corazón y en su alma-en gracia de Dios- y coman del pan de la Vida. Yo soy el pan bajado del cielo el que coma de este pan vivirá para siempre,y del mismo modo nos dice Jesús:"Como yo vivo por el Padre, el que me coma vivirá por mí" y" el que come de este pan y bebe de este cáliz tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día".
Jesús, presente real y verdaderamente en la Eucaristía, es alimento que nos fortalece para vivir el amor, la caridad con los demás:hambrientos, sedientos, desnudos,peregrinos, encarcelados, enfermos,,..
Jesús está real y verdaderamente presente en la Eucaristía para ser nuestro escucha en tantos momentos difíciles de nuestra vida, para escucharnos en el sagrario, para ser nuestro vecino necesario y cariñoso que nos acompaña en nuestro interior y camina con nosotros en nuestro exterior para que no nos perdamos por el camino, para que no perdamos la dignidad, la justicia,verdad,sanación, y libertad de todos los que sufren en el alma o en el cuerpo.
No te olvides que Jesús está en la Eucaristía: visítalo, adoralo, amalo, dalo a conocer, recíbelo con amor y gracia de Dios cada día. Acompáñalo en la procesión del Corpus, No te olvides lo que Dios hizo por ti, lo que hace y está dispuesto a hacer: RECUERDA Y VIVE EL MISTERIO DE FE.
Jesús te eligió no porque fueras el mejor, el más santo, sino por amor. Solo el amor de Dios explica todo y entendemos todo. María, Madre de Dios y nuestra, tú que fuiste el primer sagrario de mundo, intercede por nosotros, tus hijos, para que seamos también sagrario vivos de Dios.
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