viernes, 16 de enero de 2015

SEGUNDO DOMINGO TIEMPO ORDINARIO. 2015. FUERON Y VIERON.

En este segundo domingo del T.O. Se nos presenta  a unos discípulos que siguieron al Maestro.
 Estando Juan el Bautista en la orilla del Jordán anunciando el arrepentimiento, la conversión, la preparación para recibir al Mesías y Juan dijo:"Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" y Andrés y Juan que lo oyeron- no dudaron- y le siguieron y, unos metros más allá Jesús se vuelve y les pregunta: "¿ Qué buscáis?". Respondieron: "Rabí, dónde vives?. Respondió:" Venid y lo veréis". Se quedaron con Él aquella tarde y Juan dice la hora: las 4 de la tarde; esto indica la huella que dejó en ellos el encuentro con Jesús, cuando uno se acuerda de la hora es que hay un antes y después de ese encuentro; esto les pasó a Juan y a Andrés. Volvieron y lo anunciaron a sus hermanos a Santiago y a Simón: " hemos encontrado al Mesías y los llevaron a Jesús. ¡ Qué importante es el encuentro con Jesús! Cambia radicalmente nuestra vida.
 Tanto en el caso de Samuel en la primera lectura y del evangelio hay unos intermediarios- en el caso de Samuel es Elí y en el caso de Andrés y Juan es el bautista; Necesitamos unos hombres experimentados en el conocimiento de Dios, de su voz, de su invitación. Hay que abrir los ojos, pero sobre, todo el oido. hay varios obstáculos que superar y estar muy atentos para saber descifrar las visitas y llamadas de Dios; el que nos acompañe en el camino de la llamada y seguimiento de Jesús debe ser experimentado en las cosas de Dios, alguien-como decía Santa teresa- que debemos de tener un director espiritual que sea inteligente y santo. También es muy importante cuando el Señor me llama por mi nombre- es cosa de Dios- pero el acompañante que hayamos elegido debe ayudarnos a estar disponibles al reconocer la llamada de Dios:" fueron y vieron dónde vivía y se quedaron con Él". La llamada de Dios es algo vital, no solo una experiencia, sino una vivencia del encuentro con el Señor de la Vida y de la Gracia.
 También no es menos cierto de que debemos estar a la búsqueda del Señor siempre, pues el señor no se esconde a nadie que le busca. También os digo que la iniciativa es siempre de Dios-es, por otra parte- de quien debe partir siempre la iniciativa, de nosotros buscar y responder:¿ Qué buscáis? ¿ donde vives; venid y lo veréis; fueron y vieron y se quedaron con Él aquella tarde. Piensa un momento porque tú has sido llamada/o y tienes esa experiencia, pero, es posible,que se haya apagado, olvidado esa luz que has recibido en el Bautismo, en la recepción de los sacramentos, en la vivencia de la Eucaristía, en momentos íntimos de oración, de lectura meditada de la Sagrada Escritura,... Jesús nos acompaña siempre, nunca nos deja solos porque sabe que no podemos solos:" todo lo puede en aquel me conforta" y "sin mi nada podéis hacer". Jesús siempre va delante, nos enseña, nos ayuda a recorrer el camino. El nos invita a estar con  Él. Cuando descubrimos a Jesús siempre nos llena, nos cambia para mejor, para ser felices, porque solamente Él nos puede hacer felices y llenar plenamente todas las aspiraciones de nuestro corazón. Gracias, Señor por tu amor, porque no te cansas de buscarme para que sea feliz. Santa María, Madre de Dios intercede por nosotros para que vivamos cada día más y mejor en encuentro con el Hijo de Dios.No tengamos miedo. siempre-con Él- ganamos más que perdemos.

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