martes, 20 de enero de 2015

DOMINGO 3º DEL t.o. 2015. PRIMEROS DISCÍPULOS DE JESÚS.

 Recordemos como el domingo pasado el Bautista al decir de Jesús que pasaba"  era el Cordero de Dios" Juan y Andrés siguieron a Jesús y estuvieron con aquella tarde, volvieron a sus casas y los comentaron con sus hermanos y Andrés llevó a su hermano Simón a Jesús porque habían descubierto en Jesús al Mesías de Dios; pues en este evangelio Jesús habla de la conversión y de creer la Buena Noticia y luego llama a dos parejas de hermanos a seguirle: Simón( luego Pedro) y Andrés, y a Juan y a Santiago.
 Las primeras palabras de Jesús es una llamada a la conversión, a orientar nuestra vida hacia Dios con sinceridad de corazón, que vivamos cada momento de nuestra vida conforme a la voluntad de Dios; convertirse quiere decir también abandonar el pecado, todo aquello que nos aleja de Dios, escuchar lo que me dice el Señor y llevarlo a la práctica. ¿ Por qué debemos de convertirnos? Porque el Reino de Dios está cerca-más- ya está entre nosotros pues es el mismo Jesús con quien comienza y en quien comienza el reinado de Dios.
 También nos dice " creed en la Buena Noticia, el Evangelio que Él nos vino a traer a la tierra, a anunciarlo al mundo entero, creer la Buena Noticia es abandonarse en las manos de Dios, confiar en Él pues Jesús quiere siempre nuestro bien, quiere que sigamos el camino que conduce a Él, el camino que nos lleva a pertenecer a su Reino de Dios que ya da comienzo en este mundo y que su duración no termina en este mundo, sino que continúa y permanece en el cielo. Creer en la Buena Noticia no consiste solamente en unas verdades reveladas por el mismo Jesús, sino que ante la Palabra de Dios debemos de responder con una adhesión en la fe, pues cuando Dios habla, la respuesta del hombre es la fe, creer significa seguir el camino que recorrió Jesús en la tierra.
 La respuesta de los apóstoles fue dejarlo todo para seguir a Cristo. San Pedro y san Andrés los llamó y ellos lo dejaron todo y le siguieron. Igualmente hicieron Santiago y San Juan, pues estos dejaron las redes y las barcas, a su padre, a los demás compañeros de trabajo. Todo un ejemplo. ¿ Qué vieron, que sintieron estos hombres- con trabajo duro- cuando oyen a Jesús y le siguen?. Es la gracia de Dios que actúa sobre cada uno para realizar la misión a la que son llamados y somos llamados. Nosotros no dejamos grandes cosas, pero fracasamos en no saber dejar unas cosas tan pequeñas, que hasta nos pueden parecer caprichitos, pequeñas cosas que hechas con amor a Dios tienen mucho mérito. Que nadie te diga lo que tienes o debes dejar cada día, sino que cada uno de nosotros sabemos perfectamente lo que podemos dejar o renunciar por amor a Jesús y para seguirle mejor y, sobre todo con mucha fe, con mucho abandono en el Señor..
 Jesús les llamó a dejar las redes de pescar peces y encomendarles la misión de pescar hombres para el Reino de Dios. Cuando renunciemos a algo cada día lo debemos hacer por Jesús y no renunciar por renunciar( esto sería de tontos). Cada vez que participamos en la Eucaristía( no solo asistir y oir a la misa) nos alimentamos y fortalecemos para saber dejar muchas cosas y seguirle con mucha alegría, pues la alegría del Evangelio y con esa fortaleza viviremos en comunión con Jesús y entre nosotros. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra intercede por nuestra llamada a seguir a Jesús como tú lo amaste, seguiste y lo diste a conocer al mundo.

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