martes, 20 de mayo de 2014

DOMINGO 6 DE PASCUA. 2014. NOS OS DEJARÉ HUÉRFANOS

A medida que avanza la Pascua- nos vamos acercando al final de la Pascua. No encontramos un poco como desamparados-presienten los apóstoles- y Jesús atento a sus pensamientos les dice que les conviene de que " me vaya" porque si no me voy, no vendrá a vosotros el paráclito. Queremos su presencia entre nosotros de RESUCITADO en cada uno de nosotros tanto en su Iglesia como en el mundo. Presencia renovadora, transformadora de nuestro interior, que sea dinámica. Pensemos en la resurrección de Jesús, y...tenemos tanta resurrección que anunciar al mundo para tantos seres humanos, y para su Iglesia, anunciar la resurrección a cada hombre porque esto es lo que   nos espera a cada ser humano- creedlo porque es la pura verdad de Cristo vivo. Tenemos también una siembra que debemos de hacer en esta sociedad nuestra que se va alejando de Jesús, luz, sal, camino, verdad y vida del mundo enviado y puesto por el Padre para redimirnos. Seamos fuertes con la fortaleza: don del espíritu Santo. Amor incomparable y eterno de Dios hacia nosotros,... Todo fruto de la resurrección de Jesús.
 Cada vez que asistimos, participamos en la Eucaristía del domingo, " día del Señor" debemos ayudar a que las eucaristías sean más vivas, más participativas, que nos comprometan para la vida diaria, testigos de Cristo resucitado y que colaboremos todos los bautizados a anunciar la resurrección de Cristo al mundo.
 Jesús para animar a los suyos ante su despedida les dice: nos dice también a nosotros, que no les dejará huérfanos, no nos dejará huérfanos, pues nos da el ESPÍRITU SANTO, nos dará un Consolador para que esas tristezas que padece el mundo ante tantas contrariedades, adversidades, despedidas, cruces,... nos deja su Espíritu para que desde dentro de nosotros nos fortalezca, y que esté siempre con nosotros  y en nuestro interior, acompañando a cada hijo de Dios. No nos olvidemos de dijo. Que volverá y sentirán, sentiremos su presencia nueva de resucitado, de crucificado- resucitado, presencia de gloria, de contemplación de Dios uno y trino en el cielo. Sigue presente en nosotros a través de su Palabra, de su Amor, de los sacramentos, Él estará actuando en nosotros por  su Espíritu hasta que vivamos de su Palabra y de su amor y para su amor. Su Palabra nos ilumina, nos orienta, nos salva y nos ayuda a vivir ese amor del mandamiento nuevo. Esa presencia nueva de resucitado está de modo especial en su pan en el altar, que es darse a sí mismo para nosotros como alimento, como viático para el camino hacia el Padre. El es el Verbo, el Hijo, la Palabra del Padre enviado al mundo para revelar la verdad de Dios-Padre-Amor- perdón, ternura, cariño, misericordia,.." Si alguno me ama guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará y haremos morada en él". Si Él se va, nos dice que " nos conviene" y Jesús siempre sabe más que nosotros todos juntos. El espíritu Santo es el aliento, la fuerza de la vida divina para cada ser humano, la riqueza de Dios, el hacer presente en cada ser humano a Jesús es obra del Espíritu Santo. Seamos dóciles a la acción del Espíritu Santo Pues nos va identificando a Jesús. Virgen María, esposa del Espíritu Santo intercede por nosotros para que seamos de verdad templos vivos de Dios por la acción del Espíritu Santo.

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