El evangelio de estos últimos domingos es continuación del sermón de la Montaña. No solo hemos de tener el programa del reino( Bienaventuranza, somos sal de la tierra y luz del mundo,vivir con libertad de hijos de Dios los mandamientos con mucho amor, desde el corazón, sobretodo un mandamiento- resúmen de todos-" el amaros los unos a los otros como yo os he amado". Hoy Jesús sigue avanzando en sus enseñanzas. Que cumplamos mucho mejor y más los mandatos del Señor, que pongamos en ello el amor, el corazón, la entrega como Jesús en el Calvario. Jesús nos va llevando a un escenario nuevo, anticipo del Reino. Nosostros los humanos debemos parecernos cada día más Jesús:" hasta que Cristo se forme en vosotros" dice S. Pablo. Hacer todo lo posible por parecernos a Dios en hacer las cosas con la máxima perfección( sin caer en el perfeccionismo, que no hay lo aguante y quien pare a su lado, porque parece que solo él o ella son perfectos y los demás pecadores). Dios es santo y debemos aspirar a ser santos porque el Señor es santo, no es una cosa irreal, no, es posible,porque Dios no pide imposibles. Si amamos- al estilo de Jesús- nos es posible, porque ser santo no quiere decir que no cometido ningún pecado, sino que supo reconocer su pecado, confesarse y seguir, de nuevo, a Jesús con más ilusión y más alegría y generosidad. Es posible la santidad de los humanos y es un compromiso para los bautizados. No olvidemos que nunca seremos santos por nuestras propias fuerzas, sin con la ayuda de Dios, de gracia. El Espíritu Santo ha sido derramado en nuestros corazones para que realice esa obra de santificarnos, de que parecernos cada día más a Jesús. El Espíritu Santo actúa en nosotros porque vive en nosotros.
Una de las bellas páginas de nuestra vida de santidad es el amor, la caridad, pues en esto también nos parecemos a Dios en que amamos y somos capaces de amar, viviendo el amor, la caridad seremos santos. Jesús nos aclara que nuestro amor debe ser sin límites como dice S. Pablo a los Corintios: "Ama sin límites,cree sin límites,..." El amor, la caridad es educada, no piensa mal, no es envidosa, no piensa mal...."(1Cor,13). Por esto mismo debemos amar a los enemigos, a los que nos hacen daño, a los que nos odian,...pero nuestra respuesta no ha de ser responder con la ley del talión( ley que llevaba al vengador a no excederse en su castigando a los enemigos, sino que fuera algo justo en la venganza.La verdad es que ser cristiano es algo maravilloso, pero exigente; pero merece la pena serlo, pues la recompensa es grande en el Reino de los cielos:"Pues ni el ojo vió, ni el oido ayó ni la mente humana es capaz de imaginar lo que Dios tiene preparado para los que lo aman.". No solo no debemos hacer daño a nadie, sino hacerle el bien y hacer el bien que podamos a todos- incluidos los enemigos, los que nos calumnian, persiguen,...- por todos debemos orar y ayudar siempre. Tratemos- con la ayuda de la gracia de Dios- de evitar siempre la violencia, el odio, la venganza, la ira, la maledicencia, el chismorreo,...pues esto no es cristiano, de discípulos de Jesús. Santa María, Madre de Dios y nuestra intercede por nosotros- tus hijos- que quieren seguir a Jesús en el perdón y el amor, que seamos santos haciendo lo de cada día con mucho amor.
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