En el evangelio del domingo anterior JESÚS nos instruía sobre el primer mandamiento: Amar a DIOS sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Hoy nos quiere instruir sobre el desprendimiento, el buen uso de los bienes. JESÚS está en el Templo frente al arca de las ofrendas y observa como van las gentes depositando limosnas en el arca. Los ricos echan grandes cantidades, mientras que una pobre viuda echa dos monedas de poco valor. Sin embargo JESÚS alaba la donación de la viuda. Porque los demás echaban de lo que les sobraba, mientras que la viuda echa de lo que tiene necesidad para vivir ella.
La desinteresada generosidad de la viuda contrasta con la ostentación, la avaricia y la hipocresía de los escribas.
Las lecturas de este domingo nos invitan a revisar nuestra vida de cristianos y que crean en nosotros varios interrogantes. A todos nos gustan los honores, aplausos, que nos valoren mucho, que vean lo generosos que somos, el llamar la atención,...¡Cómo presumimos de tener, o parecer que tenemos ante los demás! Querer demostrar ante los demás de que estamos desposeidos, despegados de los bienes terrenales, indicar de que sabemos renunciar,...
Pero miremos a la viuda: humilde, sencilla, no da de lo que le sobra, sino de lo que ella misma necesita para su existencia, se pone en las manos de DIOS, se fía de la Providencia de DIOS. No tiene nada más que eso y lo da. JESÚS cambia el criterio de valoración sobre las limosnas: Mira el desprendimiento, la confianza en el Señor, no la cantidad sino la intención del que lo da. La viuda ha puesto toda su confianza en el Señor, ha jugado su vida, se olvida de sí misma,... Y los otros echan de las sobras.
La viuda imita a JESÚS que se da a si mismo por amor al Padre y a nosotros. Esa misma entrega que JESÚS hizo en la entrega total en la Cruz y sobre el altar. Cuando asistimos o participamos en la Eucaristía debemos hacerlo viviendo la fe de esa entrega de JESÚS, que no es una teoría, o algo que pasó hace dos mil años, NO, JESÚS se entrega sobre el altar como se entregó en la Última Cena y en la Cruz
Seamos generosos y con una intención interior de al dar nos demos nosotros como JESÚS. " Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha" Virgen María, Madre de DIOS y Madre nuestra intercede por nosotros para que sepamos ser generosos en y con nuestra vida como tú lo has sido.
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