lunes, 12 de noviembre de 2012

DOMINGO 33. T.O. LA PARUSIA.

Estamos en el último domingo de la lectura del Evangelio de S. Marcos, pues el próximo domingo, solemnidad de CRISTO REY, será de S. Juan y será el último domingo de este Año Litúrgico, y dentro de 15 días comenzaremos otro Año Litúrgico el ciclo del Evangelio de S.Lucas. JESÚS en cada  explicación nos da enseñanzas para nuestra preparación y vivencia cristiana. Nos invita hoy a que estemos preparados para la segunda venida de JESÚS ( Parusía, en griego significa venida de JESÚS, la última) " lleno de poder y de gloria, acompañado de sus ángeles" y dará a cada uno según sus
méritos; unos a resurrección de Vida y otros a resurrección de ignominia. La manifestación será evidente y cierta," pues el cielo y la tierra pasarán pero la Palabra divina no pasará". DIOS todo lo que promete se cumple indefectiblemente. Lo que debemos hacer  es prepararnos y, estar siempre preparados, para su venida que no sabemos cuando va a suceder.
 Los santos han estado siempre atentos a lo voz del Señor, y, si han flaqueado alguna vez, se curan con toda rapidez recibiendo el Sacramento de la Reconciliación  A los mártires DIOS les ha dado una gracia especial para superar esa hora y han ido al martirio con alegría de poder recibir la corona de la Vida. Han ido a ocupar su estancia en el cielo, como nos dice JESÚS,  de que en la casa de mi PADRE  hay muchas estancias y voy a prepararos sitio y, cuando os lo prepare, vendré a buscaros para que allí donde esté yo, estéis también vosotros. Han sabido amar a DIOS y a los hermanos; han sabido vivir desprendidos de los bienes terrenos o estaban luchando por despegarse de todo lo creado. Santa Teresa de Ávila nos dice: " deseaba desprenderse de su cuerpo para alcanzar plenamente a su DIOS Y SEÑOR. Mientras vivimos estamos muy ocupados en las cosas humanas, que son las que vemos y nos lleva la vista y el egoísmo, pero cuando al cuerpo lo tenemos en su" sitio" el alma estará también en su sitio y podrá volar a la contemplación del SEÑOR, pues si no somos más contemplativos, más libres, más felices, más llenos de DIOS, más enamorados del SEÑOR JESÚS, estaremos siendo esclavos del cuerpo,y, el alma, no podrá deleitarse con el SEÑOR. Debemos sinceramente, preparar ese encuentro con el SEÑOR. Ahora estamos a tiempo. JESÚS nos avisa que no sabemos el día ni la hora. Por lo tanto:"vigilad y orad". Ese encuentro no voluntario, sino obligatorio, pues entonces no se podrá posponer, cambiar, y desobedecer la Voluntad de DIOS CREADOR, JUZGADOR,...Entonces serán momentos de ALEGRÍA para los discípulos de JESÚS y, lloros y desesperación para los que se han  reído descreidamente de las cosas de DIOS. Os aconsejo, con todo mi corazón, por vuestro bien y el de todos , confesad con frecuencia para el perdón de nuestros pecados y participemos siempre en la Eucaristía con un gran espíritu de fe, de amor, para alimentarnos del Cuerpo y Sangre de CRISTO, comida para los peregrinos y poder superar los obstáculos que tenemos en el camino hacia DIOS, NUESTRO PADRE. Las enseñanzas de JESÚS no son para preocuparnos, ni agobiarnos, sino  para llenar nuestro corazón y nuestra alma de mucha paz interior, sabiendo de que estamos preparados y llenando nuestra vida de obras buenas, llenando nuestra vida de AMOR. Oremos por tantos hermanos nuestros que están viviendo una vida muy vacía porque les falta el conocimiento del SEÑOR. Ayudemosles  con nuestro ejemplo a que también se llenen de la gracia y vida del SEÑOR. María, Madre de DIOS y Madre nuestra, intercede por nosotros, tus hijos, para que imitemos tu vida llena de DIOS, y, así podamos, alcanzar las promesas del SEÑOR JESÚS.

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