DOMINO 25. T.O. 2012 HUMILDAD.

El domingo pasado JESÚS nos anuncia su muerte y resurrección después de pedir la manifestación de fe en la respuesta de Pedro de que JESÚS es el HIJO DE DIOS. Hoy nos vuelve a hablar, por segunda vez, de su pasión, muerte y resurrección en su subida a Jerusalén. Mientras que JESÚS profetiza sobre su entrega, los Apóstoles  no entendían nada, pero no se atrevían a preguntar, van a su " aire" discutiendo quien sería el más importante. JESÚS, entonces les dijo:" el que quiera ser el primero, que se haga el último de todos y el servidor de todos ". ¡Qué distancia entre JESÚS y los discípulos! JESÚS instruyéndolos en su sufrimiento y entrega por ellos y por todos los humanos y, ellos, pensando en el poder que van a tener en su reino. Quieren un seguimiento de JESÚS  a" la carta". Debemos de coger del Evangelio de JESÚS lo que nos guste y lo que no nos guste. JESÚS  se entrega por ellos y por nosotros. Es entregado  por Judas a los sacerdotes,  los sacerdotes a Pilato, Pilato a los que los van a crucificar. JESÚS  en ese entregarse demuestra su fuerza divina. Lo hace en silencio, perdonando:" Padre, perdónales porque no saben lo que hacen". ¡Qué contraste entre JESÚS y los suyos!. Él se dirige a Jerusalén para entregare humillado en obediencia al PADRE y por amor a nosotros:¡" Hasta el extremo los amó"! NOS AMÓ Y NOS AMA. No te olvides que nos sigue amando.
 La humildad es una característica de la subida de JESÚS  a Jerusalén y, sobre todo, en el Calvario. No hay humillación mayor que la muerte de JESÚS EN LA CRUZ. Sin defenderse, silencioso, confiado en el PADRE, pero ni los discípulos acaban de entender y, parece, que nosotros tampoco acabamos de entender el amor del PADRE y la entrega de JESÚS POR MIS PECADOS. Estamos muy metidos en los asuntos y problemas humanos y parece que no nos queda tiempo y espacio para nuestros asuntos con DIOS. Mira a JESÚS que todo lo veía bajo el prisma del PADRE. Estas u otras muchas cosas no se pueden entender sino estamos muy unidos a JESÚS. La humildad dice Santa Teresa de Ávila:" Es andar en verdad, es el reconocimiento verdadero de lo que somos y valemos ante DIOS y ante los demás. Es también vaciarnos de nosotros mismos y dejar que DIOS obre en nosotros con su  gracia". Cada uno debe fijarse en el puesto que ocupa ante DIOS y ante los hombres y en la sabia moderación de nuestros deseos de gloria". Cuanto más nos acerquemos a DIOS en una vida de comunión y escucha de Él, tanto más nos  damos cuenta de nuestra pequeñez; de su santidad y de nuestro pecado; de su fuerza y de mi debilidad;...Para que las demás virtudes y gracias de DIOS vengan a nosotros debemos de ser muy humildes. " Quién se humilla será ensalzado, y quien se ensalza, será humillado"(Mt. 23,12). " DIOS resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. Seamos humildes de corazón como nos dice JESÚS: " Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón"(Mt.11,29.Miremos también a MARÍA, Madre de JESÚS en la que hizo grandes maravillas el Poderoso porque ha mirado la humildad de su esclava. Madre, ayúdanos a ser humildes de corazón como tu y, el Señor hará también maravillas en nosotros.