jueves, 21 de julio de 2011

DOMINGO 17. T.O. 2011





En este domingo meditamos las tres últimas parábolas de las 7 de los tres domingos: El tesoro escondido, la perla preciosa y la red barredera. Con las 7 parábolas JESÚS nos descubre el secreto del Reino de los cielos con unos ejemplos muy sencillos: La siembra de la semilla(Palabra de DIOS que cae en tierra buena y da mucho fruto), cómo se desarrolla y crece( trigo y cizaña, contraste entre los que acogen y rechazan el Reino de DIOS) y en éste domingo cuando uno descubre el valor inmenso del Reino de DIOS. Se debe destacar la alegría del que descubre y reconoce el valor del Reino de DIOS. El Reino de DIOS es de una inmensa belleza. Nada de todo lo creado se puede comparar con la hermosura del Reino de DIOS. Y cuando se descubre, uno vende todo lo que tiene, porque nada vale tanto como el Reino. Merece la pena el sacrificio que se haga por adquirirlo. Demos gracias a DIOS si llegamos a descubrirlo en nuestro interior, en nuestra oración, en nuestra vida. Debemos darnos cuenta que DIOS no impone nada, que lo tenemos dentro de nosotros y, es ahí, donde debemos descubrirlo y agradecer al Señor ese don. Muchas veces en nuestra vida estamos tan absortos en ocupaciones, deberes, y distraidos en tan variopintas cosas de esta vida presente que podemos pasar por alto la realidad o a segundo plano la verdad divina del Reino de DIOS. Si descubres un tesoro en un campo y te das cuenta de esa realidad vas a vender todo lo que tengas para adquirirlo porque has encontrado el tesoro de tu vida, o si eres especialista comerciante de perlas finas y, entre todas, encuentas una en tu análisis diario también lo vendes todo para hacerte con ella. Hay que saber sacrificar todo por el tesoro escondido dentro de ti y por la perla fina, única, singular. Tenemos que abrirnos a la acción de Señor, dejarnos conquistar por la acción del ESPÍRITU SANTO. Si lo meditamos veremos que nada hay en la vida presente que merezca la pena sacrificarse más que por el Señor y dejarnos conquistar por Él y, por su amor, por los demás. Cuanto más descubramos el Reino de DIOS en nosotros más felices seremos porque CRISTO es nuestra felicidad, vida, alegría,... Tendremos que, a lo mejor, renunciar a muchas cosas, pero merece la pena. Hay una gran recompensa ya en esta vida presente, así que fijaros qué será lo que DIOS tiene preparado para nuestra felicidad. La red barredera los pescadores la llenan de toda clase de peces y cuando llegan a la orilla los separan, juicio final. Unos, los buenos, los recogen en cestos y otros, los malos, los tiran. Ese momento lo estamos preparando ya ahora con nuestro estilo de vida. Preparemos ese momento con esperanza y alegría sabiendo que DIOS está con nosotros abriendo caminos nuevos de vida, de carismas, de parecerse a CRISTO. El Reino de DIOS lo tienes dentro de ti. Nos dice S. Agustin: " que buscaba fuera de sí lo que tenía dentro de sí".No tengamos miedo. DIOS está contigo siempre. María, madre nuestra, intercede por tus hijos para que no nos deslumbremos por las cosas presentes y tengamos siempre comunión con el Señor como tú.

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