martes, 4 de enero de 2011

EPIFANÍA 2011


Epifanía quiere decir "aparición"o "manifestación de DIOS en el mundo; que provoca un cambio en la historia de la humanidad. También es conocida esta fiesta por la de Reyes, que son esos personajes que aparecen en el relato evangélico y que se dice eran tres por razones de los dones que ofrecieron: oro, incienso y mirra. Podríamos decir que ésta es nuestra fiesta. Pues como se manifestó El Señor a Isarel en las personas de los pastores (Navidad); en esta fiesta se nos manifiesta el Señor en las personas de los Magos al mundo gentil o pagano (Epifanía). Esta es nuestra fiesta. Esta fiesta se llama también fiesta de la Luz que aparece para todos los pueblos no sólo para el pueblo de Isarel. Ya Isaias lo anuncia, como un anuncio glorioso."Levántate,verás la luz, verás la gloria de DIOS. La Palabra era la Luz. Esta Luz brilló como una estrella en la noche de la humanidad, es la Luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo, nos dice S.Jn 1,9). Vamos a dejarnos iluminar en nuestros corazones como los Magos y hacer un camino de la fe. El itinerario de la fe: Primero es levantarse(Levántate, Jerusalén) si queremos ver la luz, debemos superar la comodidad, sentir inquietud, querer ver, renovarse y superarse, no quedarse caido. Debemos levartarnos y mirar como ellos, querer ver, debemos buscar, sentir hambre y sed de luz, de belleza . Seguir porque hemos descubierto una estrella (luz distinta a las demás) y dejarnos llevar del corazón limpio y desprendido como ellos. Debemos perseverar porque confiamos en el Señor que nunca nos deja-se puede ocultar, como se les ocultó a ellos- pero nadie lo destruirá. Él siempre está con nosotros( a las duras y a las maduras). Debemos preguntar cuando no tengamos clara alguna cosa -como hicieron ellos-siendo humildes y aceptar el consejo de los otros. Alegrarnos también, como ellos, porque al desaparecer la estrella y volverla a ver:" Se llenaron de inmensa alegría", porque lo que buscaban ya lo han encontrado, nos alegramos -como ellos-porque no nos hemos equivocado, ni fueron inútiles nuestros esfuerzos y sacrificios, y caen de rodillas y lo adoran porque es la LUZ verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo: JESÚS, EL HIJO DE DIOS PADRE. El mayor regalo que podemos recibir este día es el gran don de la fe. Gracias, Señor, por la fe que nos regalas a todo el que se levanta, sale de sí mismo, se pone en camino, pregunta, adora y sigue al Señor. María, Madre de los creyentes, ayúdanos a vivir y formar nuestra fe.

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