En el Evangelio de este domingo, JESÚS, sigue marcando a sus discípulos una pauta en torno a las riquezas terrenas. Nosotros, en teoría, preferimos los bienes celestiales que nos dan felicidad, pero vivimos inmersos en actividades humanas cada día que hacen olvidarnos de los bienes celestiales; toda la semana vivimos "bombardeados" con una propaganda consumista y ,que sólo,
contrarrestamos con una misa semanal de media hora. Os recomieno vivamente la lectura reflexiva del Evangelio unos minutos cada día. Notaréis la diferencia. JESÚS nos presenta un camino serio que Él mismo vive. Es una opción fundamental de la vida que configura nuestra existencia. Son dos estilos distintos de vida : la de JESÚS y la del mundo. JESÚS no impone nada a nadie ni la Iglesia porque DIOS nos ha hecho libres y respeta nuestra libertad. JESÚS nos recuerda, un domingo más, el peligro del mal uso de las riquezas. La parábola del rico Epulón nos transmite cómo el comportamiento del hombre le puede conducir a la salvación o a la condenación tras esta vida. Lo peligroso no es rico o pobre. Lo peligroso es que la riqueza nos lleve a pensar solamente en nosotros mismos, a desear una vida cómoda y plácida, y no ver las necesidades de los que nos rodean, a aquellos que son predilección de DIOS: los oprimidos, los pobres, los hambrientos, los cautivos, los pobres. JESÚS nos enseña con esta parábola de que debemos de ser solidarios. Es una llamada a ser solidarios como Él ha sido y es con nosotros, que "siendo rico se hizo pobre por nosotros, para que con su pobreza nos enriquezcamos todos".
Mueren los dos. El destino es muy distinto. El pobre se salva, no por ser pobre, sino por saber llevar la pobreza con la confianza en el Señor; y el rico se condena, no por ser rico, porque usa las riquezas solamente en su beneficio propio, olvidándose de los demás, negándose a socorrer al pobre que tenía a su puerta, que ni miraba para él, como si no existiera. Viviendo así cavó su propia fosa. Su vida es un fracaso, un vacío, sin amor, sin ninguna relación con DIOS y con los demás. Murió y lo enterraron. Hay después, de esta vida, una separación de consuelo para los que se salvan y de tormento para los insolidarios, egoistas, los que han vivido al margen de DIOS y de los demás. Hay también otra enseñanza que venga Lázaro a avisar a sus hermanos para que no vayan a ese lugar de tormentos. Mensaje:"Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto. Escuchar la voz del Vicario de JESÚS, de los obispos, sacerdotes, padres, profesores,buenas amistades,... Meditemos cada día unos minutos el Evangelio al principio o final del día.
contrarrestamos con una misa semanal de media hora. Os recomieno vivamente la lectura reflexiva del Evangelio unos minutos cada día. Notaréis la diferencia. JESÚS nos presenta un camino serio que Él mismo vive. Es una opción fundamental de la vida que configura nuestra existencia. Son dos estilos distintos de vida : la de JESÚS y la del mundo. JESÚS no impone nada a nadie ni la Iglesia porque DIOS nos ha hecho libres y respeta nuestra libertad. JESÚS nos recuerda, un domingo más, el peligro del mal uso de las riquezas. La parábola del rico Epulón nos transmite cómo el comportamiento del hombre le puede conducir a la salvación o a la condenación tras esta vida. Lo peligroso no es rico o pobre. Lo peligroso es que la riqueza nos lleve a pensar solamente en nosotros mismos, a desear una vida cómoda y plácida, y no ver las necesidades de los que nos rodean, a aquellos que son predilección de DIOS: los oprimidos, los pobres, los hambrientos, los cautivos, los pobres. JESÚS nos enseña con esta parábola de que debemos de ser solidarios. Es una llamada a ser solidarios como Él ha sido y es con nosotros, que "siendo rico se hizo pobre por nosotros, para que con su pobreza nos enriquezcamos todos".
Mueren los dos. El destino es muy distinto. El pobre se salva, no por ser pobre, sino por saber llevar la pobreza con la confianza en el Señor; y el rico se condena, no por ser rico, porque usa las riquezas solamente en su beneficio propio, olvidándose de los demás, negándose a socorrer al pobre que tenía a su puerta, que ni miraba para él, como si no existiera. Viviendo así cavó su propia fosa. Su vida es un fracaso, un vacío, sin amor, sin ninguna relación con DIOS y con los demás. Murió y lo enterraron. Hay después, de esta vida, una separación de consuelo para los que se salvan y de tormento para los insolidarios, egoistas, los que han vivido al margen de DIOS y de los demás. Hay también otra enseñanza que venga Lázaro a avisar a sus hermanos para que no vayan a ese lugar de tormentos. Mensaje:"Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto. Escuchar la voz del Vicario de JESÚS, de los obispos, sacerdotes, padres, profesores,buenas amistades,... Meditemos cada día unos minutos el Evangelio al principio o final del día.