viernes, 25 de febrero de 2022

DOMINGO 27 DE FEBRERO DEL 2022. 8º DEL TIEMPO ORDINARIO. POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS.

Estamos en el domingo 8º del Tiempo Ordinario, último domingo - de esta primera fase  del T.O. desde la Navidad hasta antes de comenzar la santa Cuaresma.- que será el próximo, día dos de marzo con el Miércoles de Ceniza.

 Jesús ha presentado el proyecto de  vida que durante estos domingos anteriores nos lo ha explicado con las bienaventuranzas y  el amor a los enemigos, de perdonarlos y de orar por ellos.

 Ahora nos podemos preguntar cómo debemos hacerlo para seguir, amar, y darlo a conocer a los demás, de cómo debemos de ser  para ser discípulos de Jesús, de imitar a nuestro PADRE DIOS QUE ES AMOROSO Y MISERICORDIOSO CON TODOS, BUENOS Y MALOS, JUSTOS O PECADORES,..." Jesús nos propone varias imágenes , una de ellas es " por sus frutos los conoceréis, pues un árbol bueno no puede dar frutos malos o un árbol malo dar buenos frutos". Todo esto indica cómo se ha cultivado el árbol y nos ha de ayudar en nuestra oración  a discernir a  saber lo que debemos hacer  cada uno a todos los niveles, personales o social o eclesial de la que formamos parte y somos una imagen.

 Quiere indicarnos Jesús que cada cristiano debe ser como un árbol que da sus frutos de buenas obras o malas. Nosotros podemos muy poco, pues nada podemos sin la gracia de Dios, sin estar en comunión con el Señor, pues lo dice el mismo Jesús al hablar de la vid y los sarmientos: " Sin mi no podéis hacer nada" y S. Pablo también nos recuerda: " Todo lo puedo en Aquel que me conforta". Toda mi vida debe guiarnos Jesús y hacia Él por el Espíritu Santo que es el alma de la Iglesia, el guía de la Iglesia, Señor y Vivificador,  Todos nos movemos o dejarnos mover por esa acción interior d el Espíritu Santo en nuestros corazones, que nos saca de la ceguera  que padecemos en las cosas de Dios; seamos más humildes en nuestras vidas, ya que el orgullo y la soberbia, Dios las resiste y da su gracia a los humildes. Pidamos que el Espíritu Santo nos ilumine para ver las cosas de Dios como deben verse, para saber llegar a ser sal de la tierra. luz del mundo.

 Que sepamos ver nuestros propios defectos, fijarnos en ellos para vencerlos con esfuerzo colaborando con la gracia de Dios y no fijarnos tanto de los defectos de los demás para censurarlos y olvidar u ocultar los nuestros, haciendo que se centre la opinión en los defectos de otros, mal proceso para corregir mis defectos y acercarme más y mejor a Cristo. 

 Seamos sinceros primero con nosotros mismos, viendo mis fallos y trabajar por superarlos y ser conscientes de que cada uno de nosotros debemos de ser salvados por el Señor; quiere Jesús que miremos en nuestro interior, en nuestro corazón y seamos capaces de dar frutos sabrosos de bondad, de amor, de buenos deseos, de solidaridad, de fe, de esperanza, de felicidad, de imitar a Jesús en el espíritu de servicio como Cristo. de formar una comunidad viva, activa, evangelizadora,...

 Sepamos que si somos fieles a Jesús y al escuchar su Palabra de Vida, llenemos nuestro corazón, pues nos dice Jesús:" De la abundancia del corazón, habla la boca,.. si hablamos de Dios es porque estamos llenos en nuestro corazón de Dios; las personas como los árboles debemos dar frutos buenos y que sean una correspondencia a nuestro vivir del corazón y sus riquezas interiores, si estamos unidos a Cristo daremos frutos buenos, si no estamos unidos a Cristo daremos frutos malos porque nos hemos olvidado de Cristo o  descuidado nuestra vida de unión con Él. Seamos personas de luz y que iluminemos a los demás. Santa María,  Madre de Dios y nuestra. intercede para que demos frutos buenos por nuestra comunión con Jesús.

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