miércoles, 20 de mayo de 2020

24 DE MAYO DEL 2020. LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. ENSEÑANZA PARA ESTE SIGLO.

En este domingo celebramos la solemnidad de la Ascensión de Jesús a los cielos, de donde bajó, vuelve a subir; bajó solo y sube acompañado con su cuerpo humano, acompañado de la humanidad; sale del seno del PADRE PARA ENSEÑARNOS LAS COSAS DE DIOS, SU EXISTENCIA, SER TESTIGO DEL VERDADERO DIOS: CREADOR, REDENTOR, SANTIFICADOR.
 Lo primero que debemos de tener en nuestra reflexión es el misterio de amor  de Dios hacia nosotros. Podríamos llegar a la existencia de Dios, pero ver ¿ quién es Dios, cómo es Dios? Jesús es el testigo fiel al Padre y a nosotros que nos dice la verdad. En Jesús aparece la Bondad de Dios, la misericordia, el amor hacia nosotros.
 En segundo lugar alegría, porque el Señor Jesús, una vez realizada la misión que le encomienda Dios PADRE DE REDIMIRNOS:JESÚS CRUCIFICADO- RESUCITADO- ASCIENDE AL CIELO DE DONDE BAJÓ Y SUBE LLENO DE GLORIA, DE MAJESTAD, DE PODER, DE MODELO DE HACER LA VOLUNTAD DE DIOS. En la liturgia hay una explosión de alegría santa, fervorosa, divina,... con un fundamento serio de verdad espiritual, muy lejos de las euforias humanas que se vive como anden los vientos, el sol, la lluvia, el frío,....del mundo, que no capta la idea sobrenatural, de lo trascendente,... cuando entendemos la victoria de Cristo nos lleva a vivir la alegría sana de la redención, salvación,... y nos hace partícipes de su victoria final y total y nos abrió el camino de la vida eterna,del disfrute de la gloria de Dios siempre, luz eterna, inmarcesible,...Jesús sube por encima de todo lo creado,.... Esperamos llegar también nosotros ¿por qué? pues por el bautismo hemos sido engendrados como hijos de Dios por el Espíritu Santo, nos injertó en Cristo, siendo  Jesús la Cabeza y nosotros somos su cuerpo, el cuerpo místico de Cristo y, lo que sucede y está la Cabeza, le sucede y está también su cuerpo, que somos nosotros, sus hijos, su Iglesia. Cristo siegue presente-aunque haya ascendido al cielo- sigue visible entre nosotros a través d su cuerpo, que es su esposa, la Iglesia.
 Se va y se queda, se queda en nosotros, en su Iglesia, en sus sacramentos-sobre todo en la Penitencia con su misericordia y perdón de los pecados, y en la Eucaristía. REALMENTE PRESENTE con más realidad su presencia entre nosotros y para nosotros que nuestra propia presencia y, fíjate, que nuestra presencia la palpamos, vemos, sentimos,... pues es más real la PRESENCIA DE JESÚS EN LA EUCARISTÍA( TOMAD Y COMED ESTO   ES MI CUERPO. Alimento, comida de vida eterna. Jesús subió y nos tiene preparado lugar y-mientras caminamos nos dijo que no nos dejará huérfanos, pues nos da su Espíritu, el ESPÍRITU SANTO,... Con su ascensión nos ilumina el camino que nos lleva allá, para que tengamos nuestro corazón en las cosas del cielo y no en las cosas de la tierra.
 Nos abrió las puertas del cielo-cerradas por el pecado de los humanos- nos las abre Cristo por su PASIÓN-MUERTE-RESURRECCIÓN Y ASCENSIÓN.
 Este mismo Jesús que subió vendrá lleno de gloria y majestad acompañado de sus ángeles y santos y nos juzgará a todos según nuestras obras, pues fijaros que mientas asciende  dos hombres vestidos de blanco dicen a los discípulos:" Varones galileos, ¿ Qué hacéis ahí plantados mirando al cielo"? Con lo cuál les dice que deben realizar la misión que Cristo les confía y NOS CONFÍA: " ID AL MUNDO ENTERO Y PROCLAMAD EL EVANGELIO,...Fiesta de esperanza"  estamos salvados por Cristo, apropiarse de esa redención. Santa MARÍA, Madre del Redentor, Reina de los apóstoles haz fructífera  nuestra misión.

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