miércoles, 29 de noviembre de 2017

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO. 2017. MISTERIO DEL AMOR DE DIOS.

Con el primer domingo del Adviento damos comienzo a un nuevo Año Cristiano, en el que nos vamos ir adentrando el conocimiento del misterio de la salvación de Dios siguiendo este año al evangelista S. Marcos. Marcos será nuestro guía este año litúrgico.
 Al iniciar un ciclo litúrgico con este tiempo de Adviento, tiempo en el ya sabemos se caracteriza por la esperanza, el gozo en el que nos preparamos para celebrar el aniversario, el cumpleaños del nacimiento de Hijo de Dios hecho hombre para salvarnos y, que al mismo tiempo nos preparamos para la segunda venida del Señor lleno de gloria y majestad acompañado de su ángeles y santos para juzgarnos a todos. En la primera venida viene como Pastor, redentor, salvador, abriendo la puerta de la VIDA, cerrada por la desobediencia de la primera pareja, el pecado, rompiendo la armonía con Dios y entre el hombre y mujer y que dejó unas consecuencias muy malas para la humanidad: el pecado, la muerte, el dolor, enfermedad, el egoísmo, el odio, la división,...
 La Iglesia nos propone ya en el primer domingo del Adviento-con motivo de la primera venida y su preparación, que nos avisa ya al comienzo-la preparación, el vigilar, el velar ante la segunda venida para que nos encuentre preparados y cargados de buenas obras echas con amor a Dios y a los hermanos. Estar preparados para ese encuentro.
 Los primeros domingos  del Adviento nos ayudan  a centrarnos en la llegada definitiva al fin de los tiempos, pero los últimos domingos  nos ayudan a prepararnos ante las próximas solemnidades de la Navidad, su primera venidas histórica, su encarnación, que nos da paso a vivir la Navidad.
 Nosotros somos seres de esperanza que motiva nuestro esfuerzo para prepararnos y vivir el gozo del acontecimiento del NACIMIENTO DEL HIJO DE DIOS DE MARÍA VIRGEN Y SE LLAMA : JESÚS. Creemos y esperamos sin desfallecer en el anhelo más importante del mundo : EL ENCUENTRO CON EL SEÑOR QUE VIENE A  SALVARNOS Viene a nosotros y deseamos ir a Él.. Debemos marcarnos  en nuestra vida presente avanzar sin detenernos hacia la meta de ese encuentro. Nos preocupamos mucho de los problemas de la vida presente y nos olvidamos de lo verdaderamente necesario: IR AL ENCUENTRO DEL SEÑOR QUE VIENE-A SU VEZ- A NOSOTROS. La Iglesia nos lo recuerda cada año para que del mismo modo que nos preparamos para celebrar la 1ª venida estemos preparados la 2ª. Procuremos tener nuestro corazón puesto en el Señor que viene a salvarnos y que ya celebramos la herencia del Reino  de Dios, inaugurado por JESÚS con su venida en su encarnación.
 El Evangelio de hoy nos advierte de lo importante que es VELAR, ya que no sabemos cuando va a ser ese momento. La pequeña parábola nos desvela como el amo deja tareas a cada siervo.. y así nosotros tenemos una tarea señalada por el Señor y cuando venga de nuevo debemos realizar esa misión y que cada uno debe realizar su llamada, su vocación: al matrimonio, al sacerdocio, al monasterio como monje o monja, vida consagrada, soltero/a, viudo/a,... En cualquier caso debemos de ser y vivir como cristianos de verdad y de ser evangelizadores comprometidos con nuestro bautismo. La recomendación de Jesús es: VELAD. Lo repite varias veces.. Estemos despiertos, en tensión para que cuando llegue Jesús por segunda vez estemos preparados y cargados de buenas obras. En cualquier caso vivamos la alegría de la esperanza  en la llegada de Jesús que viene a salvarnos. Santa María, Madre de Dios, hecho hombre, danos a Jesús y llévanos a Jesús.

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