lunes, 14 de agosto de 2017

DOMINGO 20 DEL T.O. 2017. LA FE DE LA MUJER CANANEA

 En este domingo 20 del Tiempo Ordinario, nos enseña que Jesús vino a la tierra para todos-pues está en estos m omentos en territorio pagano. Y una mujer cananea se acerca a pedirle un favor: tiene a su hija muy grave, poseida de un demonio malo que la atormenta, se siente capaz de arrancar un milagro a Jesús, aunque no sea creyente ni pertenezca al pueblo de Dios, a Israel.
 Hace la petición como si fuera una persona piadosa judia y hace una doble invocación: " Señor" e " Hijo de David". Jesús, al principio guarda silencio para ir probando la fe de aquella mujer, y responde que no vino sino a las ovejas de Israel, y que el pan de los hijos no se debe dar a los perros,..., pero ella insiste, y sigue, cómo se identifica la madre con las dolencias de su hija, no le importa padecer humillada, pospuesta, alargarle la espera,... Pero ella también dialoga con Jesús y le dice:" Señor, tienes razón, pero también los perrillos comen las migajas que caen de la mesa" y es cuando escucha el piropo de Jesús:" ¡Mujer, qué grande es tu fe! Que te suceda como has creído!. Y en aquella misma hora quedó curada la hija.
 Debemos de tener en cuenta que el camino de la fe puede ser largo en la formación-aunque nos la haya regalado en el Bautismo-pero Dios no la niega a nadie y se la regala a todos y, máxime, si se la pedimos y la trabajamos. La misión de Jesús-como señalamos anteriormente- es claramente universal, pues "Jesús quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de Dios".
 Por un lado debemos pensar en el amor en la familia, en el hogar. La madre ama entrañablemente a su hija, como fruto tierno de su puro amor. El amor en la familia debe estar siempre presente y se debe promover con la oración, con la correspondencia de los demás miembros de la familia, es, por otra parte, la base del hogar, señal de alegría, de grandeza entre los miembros del hogar.
 por otro lado pensemos en la fe de la cananea. Es básica para  vivir la revelación, la vida de comunión de la Iglesia,... La salvación nos viene de Dios por la fe en Dios, en su obra de redención, de entrega de Cristo en la cruz, salvación que nos llega a ver que la salvación de Dios es universal, "esta es la voluntad de Dios". Podemos recibir la alabanza de Cristo por creer o podemos recibir la reprobación de Dios por no creer o no fiarnos de Dios.
 Jesús después de resucitar encomendó a sus discípulos que fueran al mundo entero y anunciaran el Evangelio y el que creyere y se bautizare se salvará y el que se resiste a creer será condenado, no es que Dios nos condene, somos nosotros los que nos hemos resistido a recibirlo, a acogerlo, a vivir su Palabra; Dios, como Padre tierno y lleno de amor hacia nosotros, que no duda un momento en darnos a su Hijo para salvarnos, QUIERE SALVARNOS, PERO SOMOS NOSOTROS LOS QUE NOS RESISTIMOS A CREER Y, POR LO TANTO SOMOS NOSOTROS LOS QUE NOS CONDENAMOS..
Nosotros debemos tomar ese relevo en el anuncio del Evangelio al mundo entero,ir a los alejados, a los que nunca creyeron, a todos. Es nuestro compromiso de bautizados, de miembros de Cristo, de su Iglesia. Santa María, Madre de los Apóstoles, intecede por nosotros, por nuestra fe y por nuestra salvación.

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