Nuestra oración nos dice también que ha de ser confiada, pues nuestra oración hecha bien alimenta nuestra fe,nuestra confianza en Dios, pues Dios no desoye nunca nuestras súplicas, siempre presta atención a nuestras súplicas, hagamos la oración desde el fondo del corazón, limpio de ira y de odio, pues esta oración no puede ser escuchada mientras no salga de nuestro corazón esa ira, ese odio, ya que Dios es AMOR, PERDÓN, MISERICORDIA, FELICIDAD, ALEGRÍA,...
Nosotros al elevar nuestras oraciones debemos hacerlas con perseverancia, ya que Dios sabe -antes de que se las digamos nuestras necesidades, pero quiere que sigamos y no paremos de orar siempre, no en unos momentos,... sino siempre; consigamos lo que pedimos o no, sino nos los concede es porque no nos conviene- Y Dios siempre sabe más que nosotros, pues ve el pasado, presente y futuro En un acto simple.
No olvidemos que la oración es un encuentro con Dios, donde Dios nos habla y le escuchamos, y nosotros le hablamos y nos escucha con suma atención. Dice Sta Teresa ". La oración no ha de ser algo extraordinario, sino algo normal de cada día, es más, debe ser todo el día oración.
Es consolador el ver cómo va aumentado el número de fieles que llevan vida de oración y como se les nota ese sosiego interior, esa paz, divina, esa alegría inmensa, conscientes de que cuando oramos no estamos solos estamos en la Iglesia y desde la Iglesia y, por lo tanto, como miembros y cuerpo místico de Cristo Cabeza, luego estamos unidos a Cristo-el Hijo de Dios hecho hombre, muy amado del PADRE y esa oración es escuchada ciertamente por el Señor.. No olvidemos que Jesús nos ha dado su Espíritu Santo para que ore en nuestro interior y sepamos pedir lo que nos conviene, ya " que ora en nosotros con gemidos inenarrables", estamos orando con Cristo y Cristo ora en nosotros.
La oración debemos hacerla con mucha humildad, ya que nos somos dignos de Dios, nuestro Padre,PUES SOLO DIOS ES DIGNO DE SI MISMO. Aunque no sea nada más que por esto mismo debemos ser humildes, también confiados porque en Él esta nuestra fuerza, nuestra certeza y seguridad, nunca nos deja aunque lo pensemos, pero dios no actúa por impulsos del momento, sino que de manera objetiva y eterna actúa, perseveremos y tengamos la conciencia limpia de culpa, pus sabemos que solo de Dios nos viene el auxilio, la gracia, la salvación, No nos cansemos nunca de orar y buscamos otras distracciones, otras actividades que consideramos más efectivas, engaño grande,pues se puede hacer comparaciones entre las almas que llevan oración y del que no la lleva, el que ora es un alma de Dios, confiado/a en el Señor. Miremos cómo andamos en la oración, Sobre todo meditemos los Evangelios, Documentos papales, de las Conferencia episcopales,... Santa María, Madre de Dios, y nuestra, Maestra de oración en el Cenáculo, enséñanos a ser almas de oración.
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