Jesús en su subida a Jerusalén, va desgranando enseñanzas para los que quieren escucharlas y, ante la pregunta de uno:Señor, ¿ son pocos los que se salvan?. Esta pregunta le da pie a Jesús para dar nueva enseñanza sobre el Reino de Dios.
" La voluntad de Dios es que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" nos dice S. Pablo. Para eso mandó a su Hijo al mundo para salvarnos a todos, salvar a los que le reciben y les da poder de llegar a ser hijos de Dios, podríamos decir se salva quien quiere no quien puede, porque poder salvarnos lo podemos todos porque por todos ha dado la vida Jesús, pero ¿ Cuántos saben que Jesús-Dios con nosotros- entregó su vida por nosotros? por lo tanto, si queremos podemos salvarnos, pues Jesús derramó su sangre por nuestros pecados, los pecados de toda la humanidad.
En el Apocalipsis nos dice:" vi una inmensa muchedumbre, que nadie podría contar,..."Apc. 7,9s).
Una inmensa multitud de toda raza, pueblo,...los que han lavado sus vestiduras en la sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. La salvación va marcando ritmos en nuestra vida diaria, de preocuparnos de la salvación como el mejor negocio de nuestra vida. La salvación podemos entenderla humana y espiritualmente; humanamente porque alguién nos libra de un mal, de un peligro, nos libra de la esclavitud, de salir de un pozo, de la prisión,,... y espiritualmente pues el mismo S. Pablo en la prisión dice al guardián suyo en la prisión lo que debía hacer para salvarse, refiriéndose al destino eterno, a la vida eterna, por eso para Jesús-salvarse- es entrar en el Reino de Dios instaurado por Él en el mundo: Reino de santidad, de gracia, de paz, de justicia,de amor,... Pues para salvarnos debemos estar viviendo la vida de la gracia siempre y, si, por desgracia se pierde por un pecado grave, debemos recuperarla por una confesión lo antes posible; porque lo que nos separa de Dios es el pecado, nos separa de la fuente de vida, de santidad, de gracia, nos aleja de la salvación de Dios, y nos pone en peligro nuestra salvación si vivimos y nos acostumbramos a vivir en el pecado; el pecado rompe nuestra vida de gracia, la armonía nuestra con Dios, Dios, que es perdón, misericordia, ternura, amor voluntad de salvación.
¿ Quién nos salva? es Dios y solo Dios el que puede salvar y salvarnos, nosotros no podemos salvarnos ni salvar a otros, porque estamos nosotros mismos necesitados de esa salvación que nos viene de Dios por Jesús entregado a la muerte de cruz por amor y para ser salvador de todo el mundo. Solo Dios puede perdonar y destruir el pecado en el mundo, en nosotros, en cada uno de nosotros. La salvación nos la ha ganado Jesús entregándose en la cruz por los pecadores,... Pues al confesar nuestra fe en el credo cada domino o día solemne:" Que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo y por obra del Espíritu Santo....
La salvación realizada por Jesús en su nacimiento, vida, pasión, muerte, resurrección, ascensión debemos hacerla nuestra por estos actos u otros parecidos: Pasar por la puerta estrecha del sacrificio, del esfuerzo, de abandonarse en la manos de Dios Padre misericordioso, confiar ciegamente en Cristo, que nos la da la salvación del Padre, de confiara de corazón, de frecuentar los santos sacramentos de confesión y Eucaristía, pues así con la confesión- si tenemos pecados graves- se nos perdonan y si no tenemos pecados graves, se aumenta la vida de la gracia en nosotros,.. Y en la Eucaristía nos alimentamos del Cuerpo y Sangre Cristo nos alimentamos y fortalecemos para seguir caminando con la vida divina en nosotros. Todo el evangelio y las enseñanzas de Jesús sean iluminadas por el gran regalo de la fe que disipa nuestras dudas, nos ayuda a escuchar bien la Palabra de Dios, a arrepentirnos, a convertirnos, a vivir como hijos de Dios por Cristo. Vivamos el amor y llenémonos de buenas obras y alcanzaremos la salvación. Sigamos las enseñanzas de Cristo y participemos cada domingo en la misa para ser fuertes en el Señor y no nos pueda el demonio. Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nuestra salvación.María, alcánzanos el regalo de la salvación de Dios, viviendo como quiere el Señor.
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