Cada domingo el Señor Jesús-en su subida a Jerusalén, nos va dando instrucciones muy necesarias para poder seguirle,pisando las huellas que el mismo va marcando, Un día nos indica el amor, otro la oración, otro la humildad, otro lo que va a sufrir en Jerusalén,... y lo bueno es que Él va delante y nos ayuda en cada paso. Prestemos atención siempre porque el Señor cuando habla no se puede perder nada, pues en ello nos la vida, la felicidad, la satisfacción personal,, el llenar nuestra vida de gozo en ese caminar con Jesús.
En el evangelio de hoy Jesús nos dice: He venido a prender fuego a la tierra,¡ y cuánto deseo que ya esté ardiendo". ¿ Cuál es ese fuego del que nos habla Jesús? Pues es el AMOR DE DIOS, EL ESPIRITU SANTO, que es el amor del Padre al Hijo y del Hijo al Padre, Es el primer fruto de la Pascua de Jesús( pasión, muerte, resurrección y ascensión de Jesús)es el ESPÍRITU SANTO. Es el Fuego del amor de Dios hacia nosotros porque nos ama y para que nos amemos, para aplicarnos los méritos de Jesús a través de los sacramentos, oración, Palabra de Dios para santificarnos y salvarnos. El deseo de Jesús es que arda, que prenda en nosotros, en el mundo-tan frío, tan falto de amor y tan sobrado de egoísmo, que el Espíritu Santo penetre en nuestro corazón, que nos ayude a prepararnos para recibir al Señor y su palabra que no todo el mundo la acepta, ni le recibió, ni le recibe, y, al recibir al Señor, empieza en nosotros una nueva vida, la vida divina en nosotros. Ese Espíritu que lleva a Jesús a la pasión,muerte,... " Con un bautismo tengo que ser bautizado." ¡Qué angustia sufro hasta que se cumpla!"¡Qué experiencia, qué dolor, qué persecución desde el monte de los Olivos con la angustia y sudor de sangre, soledad, pues los apóstoles estaban, pero no estaban,...
Debe haber algo fundamental en nosotros que es disposición de aceptar a Cristo en nuestra vida, su palabra de vida, de asemejar a sus criterios los nuestros. Al seguir a Jesús y vivir llenos del fuego de Dios puede producir divisiones, y las hay muy claras en nuestro mundo, pues muchos no lo aceptan( al Señor, lo maldicen, hacen ambiente en contra, dictan leyes contrarias a la voluntad de Dios y del bien de los hombres, mofándose de los creyentes, haciendo a otros más débiles que deserten del Señor, de unos-en una misma familia-que creen y otros que se resisten a creer, ahí está la división de la que habla Jesús en el evangelio de hoy. No debemos olvidar de que el demonio está actuando en la división de la sociedad-está en su ser, que es dividir, separar, sembrar insatisfacción, tristeza,- pero no olvidemos lo que ha dicho Jesús:... Y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella:la Iglesia- por lo tanto no tengáis miedo:" yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo". Señor, envía tu Espíritu y repuebla la faz de la tierra, Llénanos de tu Espíritu. Y el salmo nos recuerda:" Tú eres mi auxilio y mi liberación: Dios mío, no tardes". Seamos cada cristiano un realizador de la misión encomendad y que prendamos fuego-AMOR-en la tierra. Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros para que nos dejemos llenar del Espíritu Santo como tu.
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