lunes, 11 de mayo de 2015

DOMINGO 7º DE PASCUA. LA ASCENSION DE JESUS.

El hecho de la Ascensión de Jesús no es un hecho aislado de Jesús, sino que está muy unido-sobre todo- a su Muerte y Resurrección- pues con la Ascensión completa la misión encomendada por el Padre para la salvación del mundo. Nadie puede subir si antes no ha bajado, como el caso de Jesús, que siendo Dios como el Padre y el Espíritu Santo nos lo envió para redimirnos, para salvarnos, pues el hombre -por sí mismo-no puede salvarse, ni salvar a los demás, pues una misión superior y de iniciativa divina. La ofensa es a Dios y, por tanto ningún hombre puede satisfacer a Dios, pero al hacerse hombre su Hijo satisface plenamente a la ofensa divina, porque su reparación es divina,es del Hijo de Dios.
 Sube, pero no para desentenderse de nosotros, no, sino todo lo contrario, para  abrirnos las puertas del cielo cerradas desde el pecado del paraíso y prepararnos sitio en las moradas del cielo, como Él mismo les dijo a los suyos poco antes de preparar su marcha: " Voy a prepararos sitio, en la casa de mi Padre hay muchas moradas, sino fuera así ¿ os diría voy a prepararos sitio?
 Al subir Él a presencia del PADRE, No, sube Él solo, sino que sube como cabeza de la humanidad, pues por el bautismo  formamos parte de su cuerpo, somos miembros de su cuerpo, somos su Iglesia y, también debemos decir que donde está Él allí debemos estar también nosotros. Esta es una fiesta de esperanza alegre, pues iremos al cielo y estaremos con Él siempre.
 Si queremos ir al lado de Jesús, debemos de seguir su camino, abierto por Él." Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. nadie va al PADRE sino es por mí". También nos dijo que" el quiera ganar la vida la perderá, y el que la pierda por mi y por el evangelio la ganará". Jesús ha entregado su vida para darnos la vida a nosotros, porque ´" Él tiene poder para dar la vida y poder para recuperarla".
 Sube el que ha bajado, el que es crucificado por nuestros pecados y resucita para nuestra salvación. Tenemos que pasar por donde ha pasado Él, para llegar adonde ha llegado Él.
 Mientras ascendía al cielo, los bendecía les enviaba al mundo entero a anunciar la Buena Nueva del Evangelio vivo, de Jesús; hasta que una nube se lo quitó de su vista y unos ángeles vestidos de blanco- recordemos los ángeles que dijeron a las mujeres cuando fueron al sepulcro y les dijeron:"¿ Buscáis a Jesús el Nazareno, el Crucificado, ha resucitado. No está aquí, mirad el sitio donde lo colocaron. Id y anunciad a los discípulos  que Él les precederá a Galilea". "Deben ser testigos hasta los confines del mundo. Ellos fueron a proclamar la Buena Noticia por todas partes. Debemos de meditar no podemos quedarnos quietos mirando al cielo, debemos movernos por amor a Dios y al prójimo para que todos puedan conocer al Salvador, sean felices, se salven. Hemos sido elegidos por el Señor para dar testimonio de Dios en un mundo de hoy descreído, indiferente, alejado de Dios y, por tanto, de su vida divina.
 Seamos humildes y amables con todo el mundo, seamos comprensivos. Sobrellevemos unos los pesares de los otros por amor. Debemos esforzarnos por mantener a unidad en la fe de la Iglesia que anima el Espíritu Santo. Mantengamos el amor fraterno como nos lo mandó Jesús. Tu elección por el Señor y tu misión debes realizarla porque el Señor te acompaña con su gracia. Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede para que todos seamos apóstoles de tu Hijo.

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