Estamos en la recta final del año de la fe y del año litúrgico, pues el próximo domingo con la Solemnidad de CRISTO REY, concluimos este año cristiano-ciclo C, -aunque sigue un poco más hasta el domingo 1º de Adviento- porque hemos seguido cada domingo las enseñanzas de Jesús, según el evangelista S. Lucas. El evangelio de este domingo nos invita a contemplar los acontecimientos últimos de nuestra vida y de la historia, a meditar los momentos en que nos vamos a presentar ante el Padre, vamos a su encuentro -siguiendo a Cristo- y vamos a su encuentro no con angustia, ni con miedo, ni con la respiración contenida, sino con la confianza de discípulo de Jesús y con la alegría de que hemos hecho el esfuerzo de identificarnos con Cristo. El domingo es " el día del Señor", pero también debemos llamar a este día el " día del Señor", en el domingo celebramos el "Misterio Pascual" Muerte y Resurrección de Cristo, día que celebramos nuestra fe, el fundamento es la resurrección de Cristo,causa de nuestra resurrección, pues también el " día del Señor debemos meditarlo y prepararlo como ese encuentro con Él y Él venga en su gloria para juzgar a cada uno según sus obras hechas en esta vida presente. Sabiendo esto debemos preparar ese encuentro, perseverar en la fe hasta el final, sin desfallecer y verlo con esperanza, con gozo y alegría, pues la esperanza no defrauda y es alegre.
Perseverar en la fe-recuerda que finalizamos el 24 el año de la fe.¿ Me he parado a pensar, meditar, cultivar, orar la fe? porque podría darse el caso de que pasó el año y no nos hemos acordado nada o casi nada de cómo es mi fe, de dar gracias a Dios por este grandísimo regalo, o he oído esto en las moniciones de la misa dominical,... esto sería muy pobre. " Señor, yo creo, pero aumenta nuestra fe". Recordad lo que nos dijo Jesús: " No tengáis miedo...." Sino con la gracia de Dios, con su ayuda,superemos las dificultades, obstáculos, persecuciones como las padeció el Señor Jesús, llenos de luz de Dios- fe- de alegre esperanza, y de una vivencia llena de amor a Dios y a los hermanos,vamos hacia el Señor con confianza. No tengamos miedo en vivir y manifestar nuestra fe, pues debemos dar testimonio de Cristo ante este mundo desesperanzado, triste, impotente ante las dificultades, dureza de la vida presente-y llenos de esperanza- ir y encontrarnos con Él en la gloria y, así vivir siempre con el Señor inmortales y con visión real y eterna de Dios- mi vida, mi amor- para siempre. Si vivimos la fe, de la fe y perseveramos en la misma celebrándola con los hermanos cada domingo-" día del Señor" preparamos el otro " día del Señor". Tenemos la ayuda de Dios, de la Iglesia que nos ayuda a vivir, celebrar, fortalecer y perseverar en la fe hasta el final. María, madre de los creyentes-" dichosa tú porque has creído-ruega por nosotros para que perseveremos en la fe hasta el encuentro con el Padre.
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