Destacan en este Jueves Santo varias ideas de reflexión muy necesarias en el camino de la plenitud de la vida: El amor fraterno. La Euacristía. El sacerdocio católico. El lavatorio de los pies de los Apóstoles. DIOS es amor, y el que vive en el amor permanece en DIOS y DIOS en él.(1 Jn. 4,8). DIOS es amor con relación a sí mismo y con relación a nosotros. DIOS es amor en la Creación de todas lasa cosas visibles e invisibles. DIOS es amor en la Encarnación de su único Hijo. "Tanto amó DIOS al mundo que no dudó un momento en darnos a su HIjo". "Y el VERBO se hizo carne". María responde con amor, humildad y fidelidad a la Voluntad del Padre. JESÚS una vez hecho hombre "habiendo amado a los suyos los amó hasta el extremo" hasta entregarse a la muerte de cruz para redimirnos. Esto es amor y amar. Esto es llenar una vida por DIOS y por los demás. Así merece la pena vivir una vida como la de JESÚS. JESÚS quiere nuestro bien siempre. Nosotros si amamos debemos querer el bien de los demás. La Eucaristía. "Tomad y comed porque esto es mi Cuerpo, tomad y bebed esta es mi Sangre". "Haced esto en conmemoración mía"."Yo soy el pan vivo bajado del cielo...""En verdad, en verdad os digo que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros".Nosotros cuando comulgamos recibimos al Señor en su muerte y resurrección, renovamos los misterios de su pasión y de su resurrección, vamos muriendo y resucitando con CRISTO. Al recibir al Señor ya no somos los mismos porque CRISTO está viviendo en nostros. Participemos de la Eucaristía recibiendo al Señor en gracia de DIOS. Hagamos una buena confesión. CRISTO SACERDOTE. En la última Cena al instituir la Eucaristía e instituye el sacerdocio católico para poder continuar ofreciéndose por nosotros siempre, darnos siempre la Eucaristía, a Él mismo. Ruega por ellos (los Apostoles y futuros sacerdotes) y por todos los que crean en mí por su palabra(Jn.17,20). El sacerdote es un escogido de DIOS:" No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os elegí, y os he destinado para que vayáis y déis fruto, y vuestro fruto dure(Jn. 15,16). Oremos para que haya muchos y santos sacerdotes al servicio de la Iglesia. ¡Qué hermoso es ser sacerdote del Señor!. No lo merecemos nadie, sólo Él. Escuchemos la voz de DIOS que sigue llamando a tantos jóvenes generosos para que lo dejen todo y le sigan. Merece la pena. En cuanto al lavatorio de los pies vaya acto de humildad por parte de JESÚS. Se arrodilla, les lava los pies, se los seca y los besa. Dice JESÚS que así como hizo Él debemos hacer nosotros. María, intercede a tu Hijo para que seamos humildes como lo has sido tú y como quiere el Señor. Que sirvamos a la Iglesia con humildad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario