Misterio que nos lleva a darnos cuenta de lo amados que somos por parte de Dios. De lo que debemos corresponderle en ese amor divino hacia nosotros. Como nos da nuestro origen, continuidad en la vida y que nos está ayudando para a llegar a la presencia del misterio del amor de Dios uno y trino.
Somos portadores de la SANTÍSIMA TRINIDAD: PORTADORES DE DIOS; PORTADORES DE CRISTO Y PORTADORES DEL ESPÍRITU SANTO. QUE NOS DAN SU VIDA Y DEBEMOS CONSERVAR E INCREMENTAR CON SU GRACIA.
El misterio de la SANTÍSIMA TRINIDAD. Cuando nos bautizan se dice: " yo te bautizo en el nombre del PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. También recordamos el misterio de la santísima Trinidad cuando hacemos la señal de la cruz.".También en la Misa en cada momento es una vivencia y adoración y acción de la SANTÍSIMA TRINIDAD EN EL MISTERIO DE LA PRESENCIA DE CRISTO PRESENTE REALMENTE EN EL PAN Y CONSAGRADOS QUE SON EL CUERPO Y SANGRE DE CRISTO.
El Padre que por amor a nosotros y-solo por amor- nos envía a su Hijo para que nos revele quien es su PADRE DIOS: QUE ES NUESTRO PADRE QUE NOS CREÓ,NOS AMA COMO NADIE, NOS REGALA LA VIDA HUMANA Y LA ESPIRITUAL DE LA GRACIA, SU PROPIA VIDA EN EL BAUTISMO.
El Hijo, es decir el UNIGÉNITO DEL PADRE que nos hace visible al PADRE DIOS, QUE SE HACE VISIBLE, QUE VIVE CON NOSOTROS, CANMINA CON NOSOTROS, NOS ABRE EL CAMINO AL PADRE, SEMEJANTE A NOSOTROS EN TODO MENOS EN EL PECADO.Por amor se entregó hasta la cruz para pagar por mis pecados y de toda la humanidad-
El Espíritu SANTO ES EL ALIENTO DE VIDA, SEÑOR DE VIDA, VIVE EN CADA BAUTIZADO Y NOS CONVIERTE EN SU TEMPLO:" SOMOS TEMPLOS DEL ESPÍRITU SANTO".Nos aplica los méritos de Cristo por medio de los sacramentos, nos identifica con Cristo, nos da fuerzas en nuestra limitación y fragilidad, nos levanta de nuestras caídas, nos santifica,, nos ayuda a vivir la consagración, nos guía en los momentos duros y difíciles de cada día, es descanso del alma, nos va dejando más libre el corazón de cosas humanas para llenarlas de Dios.
También este domingo tenemos un recuerdo especial para las almas consagradas al Señor, que viven de su comunión con Dios,que viven su consagración bautismal, consagración voluntaria y pública de vivir solo de Dios y para Dios. Son un ejemplo de pobreza humana, de castidad consagrada con amor y gozo al Señor y una obediencia sobrenatural a semejanza de Cristo, que siempre fue obediente al PADRE.
Oremos de modo especial hoy por todos los que viven el modelo de vida consagrada, evangélica imitando a Jesús ejemplo de toda vida de comunión con el PADRE.
Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros para que vivamos y adoremos con gozo el misterio de amor,unidad de DIOS UNO Y TRINO.
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