El domingo pasado recordabamos cómo JESÚS hacía la introducción y resumía el "Sermón del Monte". JESÚS sigue hablándonos a sus discípulos con unas figuras muy conocidas: "sal y luz".
"Vosotros sois la sal de la tierra". En presente no en un potencial desiderativo: "Sois la sal de la tierra" en cuanto sois mís discípulos. Sabemos muy bien para que sirve la sal(cloruro sódico:
CLNA): Da sabor a los alimentos y los preserva de la corrupción. Es una figura muy bonita que se puede decir a una persona o a un grupo. Eres sal quiere decir que tienes alegría, buen gusto, que tienes una gran vida y riqueza interior, que preservas de la corrupción a los demás, que sabes dar sabor a la vida y a las cosas. Para que huela menos a podrido nuestro mundo de hoy los discípulos de JESÚS debemos ser de verdad "sal de la tierra". Para ser de verdad "sal" debemos de tener una intensa vida interior donde seamos dóciles a la acción del ESPÍRITU SANTO viviendo la vida de la gracia( y si pecamos recuperarla rápidamente con una confesión sincera), vivir intensamente la caridad, ser valientes sin miedo al mundo, pues CRISTO está con nosotros en la labor de dar sabor al mundo de que CRISTO es el Hijo de DIOS y Salvador del mundo; para que no se desvirtue la sal debemos cultivarla, abrirnos a la gracia del Señor, alimentarnos de su Cuerpo y de su Sangre; para que la sal de su fruto debemos mezclarnos con los hermanos, no podemos quedarnos en nosotros, aislados de todos. ¡Cuidado con que la sal se vuelva sosa! Porque no sirve para nada y será pisada. Así nos puede pasar a nosotros si nos volvemos sosos, porque seremos pisados. Cuando no salamos, y no damos testimonio de CRISTO, que es lo que espera el mundo de los dsicípulos de JESÚS no servimos para nada. No se cuenta con nosotros para nada, no hay peso del cristiano en la sociedad, la sociedad sigue huyendo de DIOS, se dan leyes contrarias a la Voluntad de DIOS. ¿ Por qué? Porque no entamos presentes en nuestra sociedad. Debemos salir al encuentro de los otros con fuerza interior, con alegría y con las virtudes propias del CRISTO Y SU EVANGELIO.
También es hermosa la figura de la "luz": "Vosotros la luz del mundo"La luz da alegría, optimismo. En la oscuridad no descubrimos las cosas bellas de la creación, las obras de arte,...DIOS es luz sin ninguna mancha de oscuridad. La luz vino al mundo y el mundo no la recibió, prefirió seguir viviendo en tinieblas, en oscuridad. JESÚS ilumina al mundo porque es la "luz del mundo." Nos ilumina con su Palabra y con su Vida. Cada uno y toda la Iglesia debemos ser luz para los hermanos, dar resplandor de CRISTO en el mundo porque el mundo quiere ver luz y ver buenas obras para seguir a JESÚS, SU SALVADOR, POR QUIEN ENTREGÓ SU VIDA EN LA CRUZ: ESTE ES EL AMOR DE DIOS HACIA NOSOTROS Y TESTIMONIO DE JESUS POR EL PADRE. Seamos sal y luz del mundo como quiere JESÚS con nuestra obras. Estamos siempre a tiempo de empezar a serlo con la gracia de DIOS. Santa María intercede por nosotros.
"Vosotros sois la sal de la tierra". En presente no en un potencial desiderativo: "Sois la sal de la tierra" en cuanto sois mís discípulos. Sabemos muy bien para que sirve la sal(cloruro sódico:
CLNA): Da sabor a los alimentos y los preserva de la corrupción. Es una figura muy bonita que se puede decir a una persona o a un grupo. Eres sal quiere decir que tienes alegría, buen gusto, que tienes una gran vida y riqueza interior, que preservas de la corrupción a los demás, que sabes dar sabor a la vida y a las cosas. Para que huela menos a podrido nuestro mundo de hoy los discípulos de JESÚS debemos ser de verdad "sal de la tierra". Para ser de verdad "sal" debemos de tener una intensa vida interior donde seamos dóciles a la acción del ESPÍRITU SANTO viviendo la vida de la gracia( y si pecamos recuperarla rápidamente con una confesión sincera), vivir intensamente la caridad, ser valientes sin miedo al mundo, pues CRISTO está con nosotros en la labor de dar sabor al mundo de que CRISTO es el Hijo de DIOS y Salvador del mundo; para que no se desvirtue la sal debemos cultivarla, abrirnos a la gracia del Señor, alimentarnos de su Cuerpo y de su Sangre; para que la sal de su fruto debemos mezclarnos con los hermanos, no podemos quedarnos en nosotros, aislados de todos. ¡Cuidado con que la sal se vuelva sosa! Porque no sirve para nada y será pisada. Así nos puede pasar a nosotros si nos volvemos sosos, porque seremos pisados. Cuando no salamos, y no damos testimonio de CRISTO, que es lo que espera el mundo de los dsicípulos de JESÚS no servimos para nada. No se cuenta con nosotros para nada, no hay peso del cristiano en la sociedad, la sociedad sigue huyendo de DIOS, se dan leyes contrarias a la Voluntad de DIOS. ¿ Por qué? Porque no entamos presentes en nuestra sociedad. Debemos salir al encuentro de los otros con fuerza interior, con alegría y con las virtudes propias del CRISTO Y SU EVANGELIO.
También es hermosa la figura de la "luz": "Vosotros la luz del mundo"La luz da alegría, optimismo. En la oscuridad no descubrimos las cosas bellas de la creación, las obras de arte,...DIOS es luz sin ninguna mancha de oscuridad. La luz vino al mundo y el mundo no la recibió, prefirió seguir viviendo en tinieblas, en oscuridad. JESÚS ilumina al mundo porque es la "luz del mundo." Nos ilumina con su Palabra y con su Vida. Cada uno y toda la Iglesia debemos ser luz para los hermanos, dar resplandor de CRISTO en el mundo porque el mundo quiere ver luz y ver buenas obras para seguir a JESÚS, SU SALVADOR, POR QUIEN ENTREGÓ SU VIDA EN LA CRUZ: ESTE ES EL AMOR DE DIOS HACIA NOSOTROS Y TESTIMONIO DE JESUS POR EL PADRE. Seamos sal y luz del mundo como quiere JESÚS con nuestra obras. Estamos siempre a tiempo de empezar a serlo con la gracia de DIOS. Santa María intercede por nosotros.
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