martes, 23 de agosto de 2016

DOMINGO 22 DEL T.O. 2016. LA HUMILDAD.

El Hijo de Dios se hizo hombre para redimirnos, para salvarnos, se humilló a si mismo, pues sin dejar de ser Dios se hizo hombre en María por obra del Espíritu Santo y no solo se humilla al hacerse hombre, sino que la humillación suprema de Jesús es la cruz. El Señor pone el acento en el evangelio de hoy indicando la virtud e la humildad: " Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será ensalzado".
 La virtud de la humildad debemos de considerarla de cara a Dios-sobre todo- de cara a los demás y de cara a nosotros por la cuenta que nos trae. Con la persona humilde da gusto estar y tratar; la persona humilde dios la quiere y los demás también la quieren, pero del soberbio todos escapan. Tengamos en cuenta que cuanto más alto queramos levantar el edificio, más  debemos profundizar en los cimientos; pues igualmente cuanto más santos queramos ser, más humildes debemos de ser.
 El ejemplo más admirable es el del mismo Señor que desde la misma encarnación hasta la resurrección y ascensión al cielo pasó su vida en constante humildad; y debemos mirara a María, otro gran ejemplo de humildad:"el Poderoso ha hecho obras grandes en mi porque ha mirado la humillación de su esclava". El Señor también quiere hacer obras grande en nosotros, pero tropieza con el frontón de nuestra soberbia, orgullo, amor propio,... ¿ por qué no hace maravillas el Señor en nuestras vidas porque no somos como debemos de ser: HUMILDES.
 En la Sagrada Escritura se encuentran muchos textos que nos invitan a ser humildes:" Hijo mío, en      tus asuntos procede con humildad.... hazte pequeño en las grandezas humanas.... Dios revela sus secretos a los humildes"( 1ª lectura); en el evangelio Jesús afirma categóricamente :" Porque todo el que enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido". "Dios se  revela a los humildes, les revela sus secretos y los atrae suavemente hacia sí". Dios-en su Palabra- nos recomienda ser humildes ante Dios, porque ante Dios ¿ quién puede presumir de algo? Somos nada y lo que somos lo somos por la gracia de Dios. Cuando somos humildes nos hacemos un bien a nosotros mismos porque si somos humildes nos iremos conociendo más sinceramente a nosotros y aceptar mejor a los demás, nos proporciona paz interior, alegría en las manos de Dios, de vivir la verdad, es decir lo que realmente somos ante  Dios y no lo que aparentamos o pueden adularnos los demás,
 Hablar de humildad hoy es muy dificil porque hoy se vive mucho de apariencias, de pretensiones, de adulaciones, de poderes, de engaños, hablar de humildad nos pueden tachar "carcas, de "fachas, de trasnochados"... Pues que quede muy claro:" Nadie alcanzar la santidad si no es a través de una verdadera humildad". Hagamos pruebas de humildad"( Casiano); si queremos ser grandes debemos empezar por ser pequeño, humilde". " La fe no es propia de los soberbios, sino de los humildes" S. Agustin. La humildad es el fundamento de todas las demás virtudes. Quien quiere salvarse, debe empezar por ser humilde; de mismo modo que el orgullo, la soberbia es fuente de defectos, la humildad es fuente de de virtudes.( Proverbios, 15,33). Dice el Cura de Ars:" Que nunca ha podido Dios resistir a un corazón humilde". Nuestra Santa Teresa nos dice que la humildad es:" andar en verdad". Cuando somos veraces somos humildes porque miramos y vemos lo que realmente somos ante Dios, ante los demás y ante nosotros mismos. Señor, concédenos la virtud de la humildad. Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros para que seamos humildes.

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