martes, 26 de julio de 2016

DOMINGO 18 DEL T.O. 2016. EL RICO INSENSATO.

 En este domingo Jesús sigue instruyendo a los suyos en su camino de Jerusalén y las gentes lo ven como el gran MAESTRO, claro es el Hijo de Dios, la Palabra del Padre. Por eso acude a Jesús un hombre-anónimo, no tenemos su nombre- para que Jesús le resuelva un problema de familia la herencia  y de a cada hermano lo suyo. Jesús se niega en redondo a intervenir en ese asunto. Jesús sabe que detrás de este asunto hay una desmedida avaricia por las partes. y lanza una llamada a huir de la avaricia, de toda codicia., pues la vida no depende de los bienes humanos, pues estos no pueden ser la base de ninguna vida, sino que la vida de cualquier hombre está por encima de los bienes terrenos; la vida no depende los bienes terrenos, sino de Dios; nuestros bienes-sean muchos o pocos- no aseguran nuestra vida. Para explicar todo este problema que inquieta y mucho a los hombres  les dice la parábola "del rico insensato". así hace a los oyentes a reflexionar y vayan tomando una posición ante los bienes terrenos y su uso, no pongamos nuestra felicidad en ellos, o nos esclavicen, sino que" los usemos sin perder de vista los bienes eternos".
 La parábola no mira tanto en la caducidad de los bienes terrenos y la permanencia de los eternos; sino más bien nos indica la insensatez de quien no piensa y mira más que en si mismo cuando se tienen bienes terrenos; no saben usarlos bien juntan muchos bienes terrenos, construye otros graneros más grandes, duerme tranquilo que tienes bienes para toda la vida; descansa, come, bebe y pásalo bien,...¡Insensato! dice Jesús. Pues esta noche te pedirán cuanta de tu vida  y entonces todos esos bienes almacenados ¿ para quien van a ser? Así sucede al que almacena bienes para sí, en lugar de enriquecerse ante Dios" Jesús aclara la tozudez y el egocentrismo del rico que basa su seguridad ilusoria en los bienes terrenos y no en Dios. Par el hombre rico no existe nadie más que él, no piensa en nadie, en los demás, solo existe él y nadie más. Podría haber pensado en los demás que están necesitados, pero no, todo lo que tiene es para el y solo para él, ni se imagina a nadie fuera de él en este mundo. y ganar muchos méritos-ante Dios- ayudando a los demás con esa abundante cosecha. todo gira en su torno, solo cuenta él, no le importan los demás. y, por eso, cuando le llaman a cuentas ante Dios, acaba todo con esa muerte repentina-pero esa muerte no entraba en sus cálculos- y debe entrar porque está en la historia humana y consecuencia del pecado. Se equivocó donde  donde acumular los bienes, pues en vez de acumular bienes para si mismo, debería haberse ocupado en acumular riquezas y ser rico ante Dios. Estamos en el Año Jubilar de la Misericordia y podemos enriquecernos en obras de misericordia-tanto espirituales y corporales- para presentarnos ricos ante Dios, con obras de caridad organizada como Caritas: amor de la Iglesia, es decir el amor tuyo, para no caer en la estafa de esas mafias que explotan a otros en determinados puntos estratégicos de ciudades, pues la caridad organizada es más efectiva,
 Ante esta parábola de Jesús no seamos insensatos,sepamos  llenarnos de buenas obras y ser ricos ante Dios, es decir saber vivir la comunicación de bienes, pues ya los primeros cristianos y las primeras comunidades vivían la comunicación de bienes " y ninguno pasaba necesidad". En este terreno nos queda mucho por hacer los cristianos, la Iglesia.
 La parábola presenta al hombre materializado, que solo piensa en sí, en atesorar bienes materiales- dinero, bienes- y no piensa o piensa muy poco en los bienes arriba"; "busquemos los bienes de arriba, no los de la tierra". Pensemos que la codicia y la avaricia nos obcecan, obnubilan  y no somos capaces de ver la realidad, pues al morirnos no vamos a llevar nada con nosotros porque allí no se necesita nada más que la posesión y disfrute de Dios. Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros para que sepamos ser ricos en obras ante Dios.

lunes, 18 de julio de 2016

DOMINGO 17 DEL T.O. 2016. LA ORACION HECHA CON FE.

 En este domingo  el evangelio nos presenta a Jesús en oración y, cuando termina, los discípulos le dicen: " Señor, enséñanos a orar" Es una petición muy buena y deberíamos, hoy, pensarla nosotros también, pues es algo fundamental en nuestra vida de cristianos. Las cosas de Dios nos pueden resbalar si no hay oración. Mira a María lo que se dice de Ella:" María guardaba todas las cosas meditándolas en su corazón"
 Jesús vive siempre en trato, en oración con el Padre y el Espíritu Santo, pero para enseñarnos a nosotros y darnos ejemplo dedica momentos visibles de oración( " ejemplo os he dado"), si importante es la acción es todavía más importante la oración. Podemos leer la Biblia, escuchar muchas charlas religiosas, sermones, homilías,... si no tenemos oración nos resbala todo, dura todo muy poco en nosotros, en nuestro corazón. Descubramos que la oración es esencial en los discípulos de Jesús. Cada cristiano debe dejar un espacio libre cada día para tratar con el Señor. No es perder el tiempo; todo lo contrario, pues es fundamental para la fe, para vivir con alegría interior el camino de Jesús; si no sabes orar, no te preocupes pues del mismo modo que a andar aprendemos andando, asi también aprendemos a orar orando, pues Jesús nos acompaña siempre y, sobre todo, en esto tan importante, tan necesario.
 Pero ¿ qué es la oración?. La oración es el trato con Dios. Santa Teresa nos dice que la " oración es hablar de amistad con quien sabemos que nos ama", es la oración una relación de diálogo del hijo con su Padre Dios, escuchamos al Señor que nos habla a nuestro interior, a nuestro corazón; nos abrimos a la vida de Dios en nosotros y sabemos poner las cosas de Dios en su sitio y las del mundo en su sitio. No estoy hablando de rezar, de rezos, sino de  escuchar y dialogar con el Padre,moviéndonos en nuestro interior por el Espíritu Santo, pues el " Espíritu Santo orar en nosotros con gemidos inenarrables". Oración d acción de gracias, de alabanza, de adoración, de petición, de satisfacción,... Dedicad un tiempo cada día a la oración, es necesario para tu bien y para ti y para la Iglesia y el mundo.
 Las características de la oración son la confianza, es decir, que tenemos la certeza de que lo que pidamos y hablemos con  el señor se cumplirá, pues Dios desea ,quiere y puede darnos todo lo que necesitemos y hablemos con Él. Abrahán oro con intercesión por Sodoma, en una especie de intercesión y baja y baja el número de los justos para que no haya castigo para dicha ciudad y Dios entró en el juego. Siempre  que invocamos al Señor, siempre nos escucha.
. Sin desfallecer, es decir, en cuanto que debemos orar siempre y no desfallecer, sin interrupción, que nuestra oración no sea como los ojos del Guadiana, que oremos ahora porque me apetece y luego lo dejo y oro según me vaya, no nuestra voluntad debe estar siempre fuerte para hacer la oración cada día lo que señalemos bien sea a una hora determinada,  o cuando se pueda, pero hacerla cada día. Santa Teresa decía:" Dadme un alma que haga 15 minutos diarios de oración y obtendrá el cielo".
 Con humildad pues está es más segura de que será escuchada, recordad la oración del fariseo y el publicano, como el publicano hizo su oración con humildad y bajó a casa justificado. Tratar con Dios se aprende tratando con Él.
 Oración de alabanza, de acción de gracias: " Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los a sabios y entendidos del mundo y se las revelado a los sencillos y humildes; sí, Padre, así te ha parecido mejor" Te alabo y te doy gracias.¡Qué poco agradecidos solemos ser en todo y con todos, especialmente con Dios.
 Jesús es en esto también nuestro modelo:" pasaba las noches en oración". Oró por la unidad de la Iglesia, de los que crean en Él; oró por la fe de Pedro para que no desfallezca y mantenga la fe de los hermanos,... Pidamos al señor que nos conceda el don de la oración. María, maestra de oración acompáñanos y enséñanos a orar como lo hiciste en el Cenáculo con los apóstoles..

martes, 12 de julio de 2016

DOMINGO 16. T.0. 2016. LA HOSPITALIDAD

En este domingo los textos litúrgicos los invitan a esta reflexión: LA HOSPITALIDAD. El domingo pasado Jesús decía al doctor de la ley que hiciera lo mismo para heredar la vida eterna cumpliendo la ley y teniendo caridad con el prójimo, pues aqui hay una obra de misericordia: dar posada al peregrino.
Jesús en su subida a Jerusalén, se detiene en Betania, en casa de la familia de los tres hermanos:Lázaro, Marta y María, que eran amigos de Jesús, la actitud de las dos hermanas nos dan una prueba de cómo debemos recibir a los huéspedes que nos visiten. Tenemos antes en el patriarca  Abrahan cómo en medio del desierto y en medio de calor muy fuerte a mediodía se presentan ante su tienda tres personas- cerca de la encina de Mambre y les ofrece agua para lavarse, agua para beber, descanso, alimentos,... Abrahan pone en juego las grandes virtudes del desierto donde debe reinar la salidaridad. Abrahan había recibido las promesas de que tendía un hijo y seria padre de un gran pueblo y creyó contra toda esperanza, ya él era viejo y Sara era estéril. Recibe ahora de los tres personajes la siguiente noticia:no pasara un año y Abrahan y Sara tendrán un hijo. El nacimiento de Isaac, el hijo de la promesa está cercano, "dentro del tiempo de costumbre,Sara habrá tenido un hijo y así vemos la estrecha relación  entre promesa, acogida . Esta es una forma de hospitalidad.
 Otra es la las hermanas: Marta y María. Marta se afana en las labores de la casa, de la cocina en poder agasajar al peregrino( Jesús, que era amigo de la casa), le prepara los alimentos y le invita como podemos hacerlo nosotros hoy: ¿Quieres tomar algo? ¿ Quieres un pinchin? ¿ Te saco algo para picar? ¿ Quieres sidra, vino tinto o blanco, una cerveza,...? Esto lo haríamos cualquiera de nosotros cuando alguien viene a nuestra casa,queremos obsequiarlo lo mejor posible, como nos gustaría que lo hicieran con nosotros si vamos a otra sitio. En esas tareas de querer hacerlo bien nos podemos poner nerviosos/as, sentirnos inquietos, desasosegados,... y esto no es bueno , nos salen peor las cosas, y, si vemos  que los demás de la casa nos dejan solos con esas tareas nos puede sentar mal la actitud de los hermanos de la casa. No es mala la actitud de Marta, le acoge y agasaja preparando la comida, necesaria para la subsistencia humana.   Marta acude a jesús y se le queja: " Señor, ¿ No te importa que mi hermana me deja sola servir. Dile que me eche una mano". Jesús no reprocha a Marta porque hace una obra buena, sino que se lo agradece, pero también le deice que no se afane tanto en las y, que María ha escogido la mejor parte. Jesús no contrapone  a Marta ni a María, sino que ha y que distribuir el tiempo para servir al Señor y para escucharle.
 María, por el contrario se pone a los pies del Maestro a escucharle. Una forma de hospitalidad es saber dialogar, hablar, escuchar al que llega a casa. Necesitamos escuchar la peregrino y, máxime, cuando este peregrino es Jesús, necesitamos escucharle atentamente para que su mensaje llegue a nosotros y a los demás, hacerlo vida nosotros y ayudar a los demás a que también lo vivan con fe, esperanza y  amor. Una vez escuchada esta Palabra, acogida, contemplada nos va a llevar a la acción, a la misión. María ha escogido la mejor parte, ,la cual no se la quitará nadie. Así, una vez, escuchada esa Palabra la llevaremos a ejercer la obra de misericordia: " acoger al peregrino, dar posada al peregrino" y Jesús nos dice:" lo que hicistéis con uno de estos mis hermanos, conmigo lo hicistéis" También nos dice Jesús:" Mira, estoy a la puerta y llamo, si alguno me abre entraré y comeremos juntos". Que  esta Eucaristía nos fortalezca para ser hospitalarios, acogedores. Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros para que sepamos escuchar la Palabra de Dios y llevarla a la práctica y que agasajemos al Señor con nuestras obras.

lunes, 4 de julio de 2016

DOMINGO 15.T.0. 2016. EL BUEN SAMARITANO.

Una vez que Jesús llama, elige discípulos, los forma y los envía de dos en dos a todos los pueblos donde pensaba ir Él, hoy nos regala una hermosa parábola: la del buen samaritano.. Estamos en el Año Jubilar de la Misericordia, con el lema" Misericordiosos como el Padre". El resúmen y fundamento es el amor a Dios y al prójimo con toda el alma y corazón.
 El motivo es el de un doctor de la ley que le hace una pregunta capciosa, como disculpándose de su vivir. Le pregunta a Jesús:¿ Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le contesta:¿Qué está escrito en la ley? el doctor le contesta:" amarás a dios con todo tu corazón, toda tu alma... Jesús responde que ha"ha contestado rectamente" " HAZ TU LO MISMO Y VIVIRÁS"
 No tratemos nunca de justificarnos ante Dios-que conoce todo nuestro ser interior y exterior y no podemos engañarlo. Nosotros también hemos podido hacer esta pregunta alguna vez, si nos tomamos en serio nuestro seguir a CRISTO Y ¿ Qué hemos respondido? Ante tantas leyes humanas nos hemos andado por las ramas y olvidado lo principal que el amor a Dios y a los hermanos. La respuesta debe mirar no solo a Dios, sino también fijarnos en el prójimo. Y viene la justificación del doctor y ¿ quién es mi prójimo? y le da pie a que Jesús nos diga una parábola hermosa y práctica: " Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos salteadores, le apalearon y lo dejaron medio muerto. Pasaba por allí un sacerdote y también un levita, pero dieron un rodeo para no complicarse la vida y caer en impureza; pasó un samaritano y se posó de su cabalgadura y lo atendió, lavando sus heridas, vendándole las misas, lo monta sobre su cabalgadura y le deja en el mesón y da dinero al mesonero para que lo cuide, y, si gasta más, yo a la vuelta te lo pagaré. Pregunta Jesús:¿ Cuál de los tres fue prójimo del que cayó en manos de los bandidos? respondió el doctor:" aquel que obró con él de misericordia". "Anda, haz tu lo mismo". Cuando cada uno de nosotros, los cristianos, practicamos la misericordia con un necesitado, estamos preparando el encuentro con el Padre al final de nuestros días. Nos ha de servir para que nuestra fe no sea caminar sin obras, sino para que nuestra fe vaya acompañada de las buenas obras de misericordia, tanto las espirituales y las  corporales.
 Por otra parte pensemos seriamente como Jesús es el buen  samaritano porque nosotros hemos caído en nuestro camino hacia el Padre, hemos caído en manos de nuestros enemigos:" el demonio, el mundo y la carne" y nos dejaron casi muertos, tirados en la cuneta de la vida, han pasado muchos a nuestro lado, pero no se han querido comprometer, perder el tiempo por su egoísmo, falta de fe, de amor, de esperanza, de falta de humanidad, de solidaridad han dado un rodeo y siguieron su camino porque tenían mucha prisa-nuestro mundo tiene mucha prisa, está muy nervioso, tiene mucho estrés, pero viene Jesús- el HIJO DE DIOS SE HACE HOMBRE Y SE ENCUENTRA CON NOSOTROS EN ESA SITUACIÓN Y NO DA RODEOS, NI PASA DE LARGO. Se detiene, nos cura, nos perdona, acoge ya seamos pobres, pecadores, marginados, enfermos,... Se acerca a todo hombre que  sufre, que padece, en el alma o cuerpo, nos llena de consuelo y de esperanza, nos cautiva, nos seduce y se convierte en modelo de misericordia. Seamos buenos samaritanos a ejemplo de Cristo, el mundo necesita buenos samaritanos y estemos abiertos a las necesidades de nuestro prójimo. Santa María intercede por nosotros, tus hijos para que seamos misericordiosos como tu Hijo, seamos delicados en vivir el amor, la caridad, la misericordia del PADRE.