lunes, 27 de julio de 2015

DOMINGO 18 T.O. 2015. JESUS ES EL PAN DE VIDA.

 Como punto de partida fue el domingo pasado: multiplicación de los panes y peces, Los marcos y detalles de este signo de Jesús. Preámbulo de todo el capítulo 6º.
 Después de multiplicar los 5 panes y 2 peces, la multitud se emociona " y quiere hacerle rey porque este el profeta que tenía que venir al mundo" y porque ha comido y saciado sin dar un palo al agua. Querían vivir o seguir viviendo comiendo y bebiendo sin  trabajar, lo cual no puede ser y no es cristiano, pues dice S.Pablo:" que el no trabaja que no coma". Necesitamos trabajar para colaborar con la obra creadora de Dios para tener un mundo mejor y dejar  a vuestros hijos un mundo mucho mejor que el que hemos recibido. El signo de Jesús es un beneficio para aquella multitud y demuestra quién es Jesús: es el Hijo de Dios hecho hombre por obra del Espiritu Santo  en el seno purísimo de la joven de Nazaret: María. Jesús que lo sabe todo- pues Dios-con-nosotros-sabiendo que lo querían hacer rey, se se retira él solo a  la montaña.
 Le buscan porque les dio de comer en aquel sitio solitario. Deberíamos de pensar que -es posible- que también nosotros busquemos a Jesús pensando en nosotros mismos, en nuestro egoísmo. Es posible que por motivos materiales: oramos, pedimos, vamos a misa pensando en conseguir algún favor de Dios, pidiendo que nos conceda lo que le pedimos: Pero la oración es conversar con Dios y pidiendo nos conceda lo que más convenga a nuestra salvación; pues muchas veces no sabemos qué pedir, por eso el Espíritu Santo ora en nuestro interior con gemidos inenarrables, pues no sabemos lo que nos conviene. Luego para seguir a Jesús debemos hacerlo por amor a Él y no por nuestro egoísmo.
 Es muy importante escuchar cada día la Palabra de Dios, meditarla-como María-que guardaba toas las cosas en su corazón. Lo que el Señor dijo a aquellos de su tiempo son dichas también para nosotros y para los que vivan un mañana. No busquemos  Jesús por los bienes materiales, sino por el pan que perdura y da la vida eterna. Trabajemos por los bienes que nos da Jesús, que es el que el Padre ha enviado al mundo para salvarnos y darnos ejemplo de vida.
 Lo primero que debemos de tener es :Aceptar el regalo de Dios: " EL DON DE LA FE". Porque si no creemos en Él como vamos a dirigirnos a Él; pues no podemos dirigirnos a una persona que sabemos que no existe; pero la fe nos ilumina con claridad meridiana la existencia de Dios, Revelado por su Hijo hecho hombre para enseñarnos a la VERDAD DE DIOS PADRE. "Si no creemos en Dios no estamos en la verdad" no estamos en la verdad. Todo esto nos lleva  también a luchar por abandonar el hombre viejo que hay en nosotros y vivir conforme al hombre nuevo por los méritos de Cristo y, así revestidos de la nueva imagen que es Cristo Jesús, cambiemos de mentalidad, renovemos nuestro corazón,... En el Bautismo nos hemos revestido de Cristo y somos hombres nuevos, creados a imagen de Cristo, manteniendo la vestidura blanca con que fuimos revestidos  como hijos de Dios en el Bautismo .
 Hay  personas que quieren seguir a Cristo piden un "milagro". El milagro no va  a ser el maná que Dios les dio en la travesía del desierto, Dios da el verdadero PAN DEL CIELO: PAN DE VIDA, CRISTO. Hoy también hay personas que en muchas ocasiones se les pide también un "milagro" para creer y lo que tenemos que tener es fe para ver los signos de Dios. A aquellos les fallaba la fe y, será posible que también a nosotros podamos andar flojos en la fe para saber ver las cosas de Dios como las ve Dios mismo. Gracias, Señor, por el gran regalo de la Fe. Fortalece y aumenta nuestra fe.
 La Eucaristía es ese PAN DE VIDA QUE DIOS NOS DA: CRISTO JESÚS. "El que va a Cristo jamás pasará hambre, y el que cree en cristo no pasará nunca sed." Cristo es ese Pan que en la última Cena convierte el pan en su Cuerpo y el vino en su sangre( Muerte y Resurrección de Cristo= Misterio Pascual). En cada Eucaristía se alimenta y fortalece nuestra fe, nuestra vida de gracia, es el Pan que nos vida eterna. Señor, que te busquemos a ti por ti y no por otros motivos terrenos. Santa María, Madre de Dios, tú que fuiste el primer Sagrario viviente, intercede por nosotros para de verdad  tengamos la fe verdadera.

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